La Fiscalía de Portugal archiva el 'caso Madeleine' y levanta la condición de sospechosos a los padres

No ha habido sorpresas. Tras 14 meses de pesquisas infructuosas, la Fiscalía lusa ha decidido archivar el caso de Madeleine McCann por falta de pruebas y ha desestimado la posibilidad de realizar nuevas investigaciones o abrir un juicio por la desaparición de la pequeña en mayo de 2007. Con esta decisión, el Ministerio Público deja considerar sospechosos a los padres de la niña, Kate y Gerry McCann, quienes ya han anunciado que nunca abandonarán su búsqueda.

En un escuete comunicado, la Procuraduría General de la República ha informado de que "no se han obtenido pruebas de la práctica de delito alguno" tanto por parte de los progenitores de Madeleine como del tercer sospechoso del caso, el británico Robert Murat. La investigación sólo podrá ser reabierta por iniciativa del Ministerio Público o por requerimiento de algún interesado, "si surgieran nuevos elementos de prueba que originen diligencias serias, pertinentes y consecuentes".

Después de que la Policía, sin aparentes progresos, entregara a los fiscales el informe final de sus investigaciones hace tres semanas, las opciones judiciales eran tres: cerrar el caso, ordenar nuevas diligencias e investigaciones o abrir un juicio. Al final, se cierra uno de los casos más mediáticos de la historia sin que haya dado respuestas a la desaparición de la menor.

Los McCann dejan de ser sospechosos

La decisión de la Fiscalía supone que los "arguidos" o sospechosos son liberados de esa condición; el siguiente paso será el fin del secreto del sumario, prorrogado ya varias veces, cuando concluya un periodo de posibles apelaciones.

El contenido de las investigaciones del caso Madeleine no ha sido hecho público hasta ahora, aunque la prensa portuguesa ha difundido algunos supuestos fragmentos de las conclusiones policiales, que revelan la falta de pruebas concluyentes para incriminar a los sospechosos o esclarecer lo que ocurrió con la niña.

En los últimos días, algunos medios han insistido en que los análisis de ADN de los presuntos restos de sangre y olor a cadáver de Madeleine, que hicieron a la Policía sospechar de los padres, arrojan un grado elevado de certeza pero no llegan al 100% necesario para sostener una acusación.

Los McCann y el hasta ahora otro "arguido", el británico Robert Murat, han recibido ya indemnizaciones de 694.000 y 750.000 euros, respectivamente, tras querellarse contra diversos diarios del Reino Unido por difamación.