EN LUCHA. Sánchez pelea, día a día, por la integración. / R.T.
ANTONIO SÁNCHEZ JEFE DEL SERVICIO DE REHABILITACIÓN DEL HOSPITAL NACIONAL DE PARAPLÉJICOS DE TOLEDO

«Me preocupan más las barreras mentales que las arquitectónicas»

Sánchez Ramos visitó el Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos de San Fernando para ofrecer una conferencia sobre sexualidad y fertilidad

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El Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos de San Fernando, uno de los seis centros de ámbito nacional que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales tiene para la integración sociolaboral de personas con discapacidad, celebró ayer una charla sobre sexualidad y fertilidad, que estuvo a cargo del doctor Antonio Sánchez Ramos, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y autor de Lesión medular: Sexualidad y fertilidad.

-¿Cómo afecta y qué supone la lesión medular?

-Todo el mundo conoce que un daño en la médula se traduce en una parálisis en el movimiento, pero la lesión medular es lo que nosotros llamamos un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas por los que no sólo hay una falta de movimiento sino también una alteración o abolición de la sensibilidad, una falta de control de los esfínteres y una serie de alteraciones que dependen del sistema nervioso vegetativo como el latido cardíaco o la respuesta sexual.

-¿Cuáles son las principales causas?

-Siguen siendo los accidentes de tráfico en cualquiera de sus modalidades. Los datos que ofrece la Dirección General de Tráfico en los últimos tiempos muestran no sólo un incremento de muertes por accidente de moto, sino también un aumento muy importante de lesiones medulares de personas que utilizan este tipo de vehículo.

-¿Cuál es el porcentaje en España de lesionados medulares por accidente de tráfico?

-Hoy se producen unos 1.200 nuevos casos de lesiones medulares por año entre los que los accidentes de tráfico representan entre el 45 y el 50 por ciento.

-¿Ha habido un descenso en los últimos tiempos?

-El pasado año se produjo un descenso coincidiendo con el carné por puntos, pero este año vemos cómo se está incrementando de nuevo, quizá por accidentes de motos y camiones. El año pasado atravesamos una época horrible con los quads, un aparato absolutamente maligno que deberíamos casi prohibir. Este año, en cambio, estamos sorprendidos con los accidentes de moto.

-¿Considera que es necesaria una mayor acción preventiva en materia de seguridad vial?

-Por supuesto. No nos hartaremos nunca de colaborar en este sentido porque los organismos oficiales lo que buscan es hacer llegar a la ciudadanía la idea de que hay que tener una mayor conciencia a la hora de subir a un vehículo y para ello utilizan imágenes impactantes que pueden encontrar en nuestro hospital. No obstante, nosotros tenemos que poner ciertos límites porque algunas campañas de prevención que se hicieron hace años mostraban a las víctimas de accidentes como algo inservible para asustar a los demás cuando nuestra misión es que esas personas, a pesar de su discapacidad, puedan llegar a conseguir la integración.

-¿Qué actividades organiza el hospital de cara a conseguir esa integración?

-Tratamos a los pacientes en toda su integridad. Éste es el objetivo fundamental. No sólo hay que tratar los problemas de la lesión medular o las complicaciones que de ella se derivan y que son muchas sino que lo más importante es que el lesionado, una vez establecido y en función de las características del daño, porque no todos los casos son iguales, consiga la mayor autonomía e independencia y la integración social, laboral, familiar y deportiva. Ahora mismo tenemos unos objetivos de investigación muy ambiciosos con 12 unidades investigadoras en que están participando más de 60 investigadores básicos, es decir, tenemos más investigadores que médicos. Estamos intentando aunar el espíritu de colaboración entre los investigadores y las necesidades médicas para que la investigación se dirija a resolver los problemas que realmente son importantes para el lesionado.

-¿Cuántos pacientes tienen?

-Tenemos 229 camas que están siempre ocupadas. El tiempo de estancia normal es de seis o siete meses. No obstante, ahora estamos de obras y en unos años podremos atender a 270 personas y habrá una ampliación seguramente para atender otras patologías, no sólo la lesión medular.

-¿Falta educación con respecto a los discapacitados?

-Mucha y, sobre todo, falta el manejo de información por parte de las personas que no son discapacitadas para que puedan entender que los discapacitados son personas que necesitan afecto, atención y, por supuesto, que se eliminen las barreras arquitectónicas y, sobre todo, mentales al ser las que más encuentran.

-¿El estado de las barreras arquitectónicas en las ciudades hace pensar a veces que la integración es una utopía?

-Sí, pero muchas veces hay cosas que no se pueden cambiar. No podemos tirar Toledo para hacerla accesible, aunque insisto en que me preocupan más las barreras mentales, esas son las realmente importantes.