Miguel Vallejo: «Tenemos proyectos pioneros como localizar basura espacial»

Dentro de unos días Miguel Vallejo pasará a la reserva y dejará su cargo como director del Real Observatorio de la Armada, una institución militar pero sobre todo científica que lleva entre sus manos importantes proyectos (de ellos dependen la creación de la hora en España) y que también se han sumergido en la mejora de la difusión de la labor e importancia de este equipamiento. Prueba de ello es que la semana pasada se presentó al ‘tour’ virtual para acceder desde el ordenador a las diferentes estancias del Observatorio.

–¿Por qué es importante esta institución?

–Porque el Observatorio es la institución científica más antigua de España. La que lleva más tiempo ininterrumpido investigando y trabajando en ciencias de manera permanente.

Se fundó en Cádiz en 1753 (262 años) y lo hizo el marino Jorge Juan, que era el director de la Escuela de Guardiamarinas, y propuso que se incorporara un observatorio astronómico, para que tuvieran los conocimientos necesarios para poder navegar a través de las estrellas. Esos conocimientos eran necesarios y los siguen siendo para los oficiales de la Armada.

–Pero ahora es mucho más.

–Uno de los temas que más llama la atención es el tema del tiempo. El hecho de que la hora oficial se elabora en San Fernando y se difunda desde aquí es algo que se valora y lo cierto es que es importante porque hay transacciones y operaciones que precisan la exactitud que se da aquí. La hora de España se fabrica en el Observatorio y además es algo que se ha convertido en un icono de atracción para las personas que nos visitan.

–En qué proyectos está sumergido ahora la institución.

–En la sección de Astronomía llevamos un proyecto pionero con un instrumento instalado en Lérida y en colaboración con la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Estamos empezando a obtener resultados en el tema de observación de basura espacial. Esos objetos aparentemente descontrolados y poco conocidos que están orbitando la Tierra y que tienen tamaños muy variados desde un garbanzo a un autobús. Lo cierto es que pueden producir complicaciones no solo a naves, sino a satélites y otros tipos de proyectos e instalaciones. Ahora mismo está en marcha en muchos países por la necesidad de tener controlado y catalogado este tipo de objetos y es uno de los trabajos punteros en los que está el centro.

–Y también controlan al actividad sísmica del país.

–En sismología la pregunta recurrente es si se puede predecir terremotos y la respuesta es no. Lo que sí se está haciendo es mejorar el sistema de alertas previas con la mayor antelación posible ante un fenómeno que ha ocurrido y se propaga para afectar a una determinada zona de la población. Se trata de tomar decisiones automáticas como parar operaciones de vuelo, trenes de alta velocidad, centrales nucleares, activar fuentes alternativas de suministros eléctrico. Son cosas que salvan muchas vidas. Pero debe ser fiable y en eso también se trabaja porque n puede llegar una alarma y que al final no ocurra nada.

–¿Se conoce realmente este trabajo?

–Estamos trabajando en la difusión. Lo último ha sido la creación de una ruta virtual a través de la Fundación Descubre y recibimos anualmente una media de 8.000 visitantes, pero queremos hacer más.

–Pero ya serán otros porque usted deja el puesto.

–Paso a la reserva con la satisfacción de haber sido responsable de una institución en la que llevo desde 1987 pasando por todos los escalones. Un trabajo en le que tienes todas las peculiaridades de la vida militar pero la relación con investigadores, universidades, congresos. Uno se va sabiendo más que cuando llegó pero dándose cuenta de que hay más cosas de las que no se sabe. Pero bueno seguiré con las inquietudes aunque en otra situación.