crimen por encargo en el puerto

Julio Balader, culpable del asesinato de Bernardina Montoya

Las acusaciones pidieron el inmediato ingreso en prisión del sicario tras conocerse el veredicto del tribunal del jurado y el juez le ha impuesto una fianza de 15.000 euros que no ha evitado que sea enviado a la cárcel

silvia tubio
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Culpable de asesinato. Julio Balader, acusado de haber asesinado a Bernardina Montoya por encargo de una familia rival, fue declarado este jueves culpable. El veredicto del tribunal (7 a favor y 2 en contra) se ha conocido en la tarde de este jueves tras varias horas de deliberación. El presidente de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial entregaba al mediodía el objeto del veredicto con el que el tribunal debía sustentar por qué condenaba o absolvía al acusado.

Una serie de preguntas que debían ir respondiendo para que la decisión alcanzada estuviera motivada. Interrogantes como si creen probado la versión de los testigos que identificaron al acusado como la persona que empuñó el arma y disparó por la espalda a Bernardina.

Porque este caso se basaba esencialmente en eso, en si el jurado creía a los familiares de la víctima (dos hermanas y el marido) que señalaron al acusado como la persona que habían visto merodeando por la vivienda familiar, en la calle Alfarero de El Puerto, la mañana antes de ocurrir el asesinato; o si en cambio, los miembros del jurado le daban más credibilidad a la versión que ofreció una hija de Balader, quien dijo que su padre estaba ese 2 de septiembre de 2011 en Barcelona.

Todos los testimonios presentaban grietas por las que se podían colar dudas. En el caso de las acusaciones, se basaban principalmente en la declaración de Narcisa Montoya, quien renunció a su condición de testigo protegido para testificar por videoconferencia. Ella estaba en casa cuando su hermana, al bajar del coche, fue tiroteada. Al escuchar los disparos y salir de la vivienda, Narcisa dijo que vio al asesino huir de la zona con el arma en una mano.

Fue también la persona que identificó a Balader por fotografías y en una rueda de reconocimiento durante la instrucción. Pero la defensa cuestionó que no fue hasta la detención del sospechoso cuando reveló a la Policía que había visto con claridad al asesino hasta poder identificarlo.

En el caso de la defensa, la coartada que planteó en la vista oral era distinta a la que ofreció durante la instrucción. Entonces Julio Balader dijo que ese 2 de septiembre estaba trabajando en una pizzería de Castelldefels; una versión que no podía refrendar nadie. Pero llegado el momento del juicio su hija dijo que estaba con ella en una reunión familiar en Barcelona.

Finalmente el tribunal se ha inclinado por la versión ofrecida por la familia de la víctima, que además venía respaldada por la investigación policial. El instructor del caso explicó durante la segunda sesión del juicio cómo pidieron ayuda a los compañeros de Barcelona al conocer que la familia que había jurado venganza y había provocado la huida de los Montoya de Mérida, tenía contactos en Barcelona.

Desde la Ciudad Condal seleccionaron dos posibles sospechosos, con antecedentes policiales por trabajar como sicarios. Uno de ellos era Julio Balader, dos veces juzgados en los años ochenta por el supuesto asesinato de dos mafiosos, pero que había logrado salir absuelto siempre. Si bien en uno de los asuntos había sido condenado en primera instancias y después el Tribunal Supremo revocó esa sentencia por falta de pruebas. Un escenario que no es descartable en este procedimiento; si bien el caso será revisado en primer lugar por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Cuando la Policía le enseñó a Narcisa Montoya la fotografía de Balader junto a otros perfiles, le señaló sin dudarlo.

El pasado de Balader y la gravedad de los hechos (un asesinato por encargo) han pesado para que la fiscal y la acusación particular solicitarán el ingreso inmediato en prisión del acusado. Con contactos en Francia, donde ha vivido durante años, consideran elevado el riesgo de fuga. El presidente de la Sección Cuarta impuso una fianza de 15.000 euros, pero Balader no ha reunido el dinero y acaba de ser enviado a un centro penitenciario de la provincia.

La acusación particular, ejercida por el bufete de Marcos García Montes y la Fiscalía, han anunciado que recurrirán el auto.

Con el veredicto de culpabilidad encima de la mesa, ahora le toca el turno al presidente de la sala que debe redactar la sentencia. La fiscalía pide 18 años.

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