Desvalijando los restos de Delphi

Cuatro hermanos del Portal estuvieron desvalijando a su antojo durante el año pasado las entrañas de lo que fue en su día uno de los motores de la industria de la Bahía de Cádiz. Las naves vacías de la antigua factoría de Delphi fueron esquilmadas por estos especialistas del cobre y la chatarra.

Unos vídeos en poder de la Guardia Civil los sitúa en el interior de unas instalaciones, que son también terreno de la confrontación política a cuenta de qué destino final van a tener.

Los trabajadores que siguen esperando una solución tras el cerrojazo patronal de hace ocho años, ven ese suelo industrial como el último recurso para volver a al tajo con la incorporación de nuevas empresas.

Sin embargo, los administradores concursales que velan por los intereses de los acreedores que dejó la multinacional tras marcharse de Cádiz, pidió la demolición de las naves para reducir los costes de mantenimiento de una factoría sin vida.

Y en mitad de ese debate, los hermanos Alba como los conoce la Guardia Civil, estuvieron entrando y saliendo de la factoría durante 2014 sustrayendo materiales como pletinas de cobre que vendían en chatarrerías. Los agentes les imputan al menos seis robos, que habían quedado impunes. Meses después han sido esclarecidos a raíz de otra denuncia, formulada por los responsables de la planta de Holcim en Jerez, de la que se llevaron 61 placas de acero refractario.

Se trata de las piezas de un horno que habían desmontado para su limpieza. Los ladrones aprovecharon que las habían sacado al exterior para sustraerlas. "Son unos especialistas en este tipo de robos. Saben donde buscar el material y darle salida rápido", explica uno de los responsables de la investigación, perteneciente al grupo de cobre del puesto principal de Jerez.

Esas piezas tienen un valor aproximado de 18.000 euros, pero el verdadero impacto para la empresa estaba en los daños colaterales. La cementera no podía funcionar sin ellas y "se habría visto obligada a parar la producción hasta poder reponerlas; lo cual no es nada fácil porque son placas que se compran en el exterior".

Esas placas pudieron ser recuperadas antes de que fueran fundidas en una planta de Algeciras. La Guardia Civil logró identificar a las personas que las habían vendido en varias chatarrerías. Son los colaboradores de los hermanos Alba, los cuales nunca dan la cara en los centros de reciclaje para evitar que sean rápidamente vinculados con los materiales que roban y después venden.

Para esas gestiones pagan "una miseria", entre 30 y 50 euros por venta, a cuatro individuos, que son los que aportan sus documentos en las chatarrerías y que también han sido detenidos en la operación de la Guardia Civil. Dos de ellos son consumidores de droga y esa adicción facilitó que accedieran a colaborar con los Alba a cambio de una limosna, indican desde la Benemérita.

Los cuatro hermanos, que tienen entre 36 y 49 años, cuentan con antecedentes por robos similares. En estos momentos se encuentran a la espera de juicio por una detención anterior. Cuando los agentes vieron sus rostros en los vídeos de las cámaras instaladas en las naves de Delphi los identificaron pronto. No hace mucho que los habían arrestado por robar cobre en la Azucarera y en un centro cercano a estas instalaciones jerezanas.

Pero como ha ocurrido en anteriores ocasiones, tras ser detenidos y quedar a disposición del juzgado de Instrucción nº 3 de Jerez, han quedado en libertad con cargos.