POLÉMICA

Protesta vecinal por la degradación de un barrio de Marbella

La prostitución y la droga toman las calles de Las Albarizas y zonas aledañas

MARBELLA Actualizado: Guardar
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En la puerta del colegio Rafael Fernández Mayoralas de Las Albarizas, en Marbella, un coche abandonado sirve como lugar para que los toxicómanos consuman. Es lo que lo padres del centro bautizaron como un «narco auto». La denuncia pública de los progenitores hizo que la Policía Local retirara el vehículo. «Cuando no había alguien dentro pinchándose o fumando heroína, lo usaban para ejercer la prostitución», explica uno de los padres que, como el resto de los entrevistados, prefiere permanecer en el anonimato. «Si vas a decir que la droga la compran en Las Albarizas no nos pongas, porque tendremos problemas», sentencia este padre, que teme a las represalias de los camellos tras los dos tiroteos que se han registrado en el barrio este año.

El problema está en la zona de las Terrazas de la Marina, Las Albarizas y llega hasta La Bajadilla, donde el jeque Al-Thani tenía un proyecto de revitalización de la zona con un puerto deportivo de lujo que iba a conllevar una inversión de 400 millones de euros. Reforma ahora paralizada, en los tribunales y con la zona tomada por los «gorrillas».

«Puedo sacarme unos 40 euros al día aparcando coches o pidiendo y tengo pisos vacíos donde vivir», señala uno de estos aparcacoches del barrio, que también se niega a identificarse. «Me dan una paliza y me echan de allí», remarca señalando a Las Albarizas, lugar donde todos apuntan que está el mercado de droga. «Algunos nos han reconocido que se pueden sacar hasta 100 euros al día», señala otro padre, que aconseja dar el dinero para que «no te revienten el coche».

Según los vecinos, la zona se está también convirtiendo en un lugar de prostitución, las mujeres venden su cuerpo para conseguir dinero para la droga. Denuncian que la avenida José Manuel Vallés se transforma en un centro de trabajo para las meretrices, que se mezclan con los toxicómanos. «Los problemas vienen por rachas. Uno de los vecinos señala que, además, en el barrio hay un centro de salud donde se reparte la metadona. «Para colmo, el reparto de metadona se hace en la misma zona donde se ponen las vacunas a los niños, que asisten a las peleas que hay entre ellos», lamenta.

Los problemas en el barrio han llevado a los vecinos a pedir al Ayuntamiento de Marbella una «narco sala» en el barrio, que ha sido denegada porque «puede ser contraproducente su puesta en marcha». Los ciudadanos quieren soluciones y más presencia policial en la zona. No quieren convertirse en el barrio marginal de la ciudad del lujo que, según la Concejalía de Servicios Sociales, atendió a través de los Centros de Tratamiento de Adicciones a 706 personas con problemas con las drogas en el 2016.

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