El juego de tronos de los imputados de Manilva

Lo del municipio malagueño de Manilva es digno de estudio. Sus últimos cuatro alcaldes están imputados por un cúmulo de presuntas irregularidades que tiene una raíz común en la gestión de Antonia Muñoz, una exdirigente de IU que durante mucho tiempo fue loada por su partido a pesar de las supuestas corruptelas que fue destapando este periódico. Adjudicación de contratos a la empresa de su marido; más de 450 enchufes entre familiares, cargos y simpatizantes de la coalición de izquierdas; transferencias de fondos municipales a empresas públicas y fundaciones sobre los que la Guardia civil puso la lupa. Todo ello investigado en distintas causas que instruye desde 2009 el juzgado de Instrucción número 5 de Estepona. Una situación sin parangón en el panorama político nacional, que ha servido para quitar la careta a algún alto mandatario, y que ahora parece reactivarse con una más que probable moción de censura donde los discursos del pasado se moldean para quedar bien en la foto.

El último en atizar el fuego fue el PSOE local, cuyo máximo responsable, Diego José Jiménez, logró hacerse la vara de mando con el apoyo de IU, a pesar de estar imputado en el caso de las adjudicaciones de contratos a los familiares de Muñoz.

Los socialistas enviaron una nota de prensa en la que denunciaban que su socio llevaba un año «cocinando» una moción de censura con Compromiso Manilva, formación liderada por el exregidor de esta localidad costasoleña, Diego Urieta, como no, también imputado.

Junto al comunicado remitían un archivo de audio en el que un dirigente de este partido independiente formado por exmiembros de IU reconocía reuniones y la firma de un acuerdo para echar a los socialistas de la Alcaldía. Una medida que desde la coalición de izquierdas han justificado, en parte, en la imputación de Diego José Jiménez, pero que no les ha impedido apoyarle todo este tiempo.

La persona que habla –supuestamente- es Mario Jiménez, quien «se postula a la Alcaldía de Manilva», según el PSOE. Con su elección como candidato se desplazaría a Urieta y se intenta guardar las apariencias de la cara a la opinión pública, aunque IU debe lidiar con las acusaciones de que ha sido la propia Antonia Muñoz la que ha estado al frente de las negociaciones para que ambas formaciones sellaran la moción de censura y ante el hecho de que el alcaldable también es investigado por la justicia.

Lo cierto es que la publicitada desvinculación de Muñoz que Izquierda Unida hizo cuando el escándalo de su gestión saltó a la esfera nacional, con expulsión incluida, no caló entre la gente del municipio, que vieron como la omnipresente figura de la exalcaldesa cobraba brío en la campaña de las pasadas elecciones municipales.

«Este audio, recibido de forma anónima, destapa toda la verdad y ratifica que IU nunca ha tenido la intención de respetar el pacto de gobierno y que su única intención era devolver favores y poner en primera línea política de nuevo a Antonia Muñoz», denunciaron este martes los socialistas, quien días atrás expulsaron del gobierno a sus socios y desde entonces lo ostentan en minoría.

La coalición de izquierdas, que reconoció el principio de acuerdo para llevar a cabo la moción de censura, respondió con otro comunicado en el que «tiraba» a la cara de los socialistas más de 300 casos de «enchufiesmo» y recordaba al PSOE que en el pasado le echó de la Alcaldía con una maniobra similar. Nada sobre los supuestos tejemanejes de Muñoz en la sombra.

Habrá que ver qué explicaciones dan los líderes provinciales –José Antonio Castro–, regionales –Antonio Maíllo– y nacionales –Alberto Garzón– al hecho de que se alíen con políticos que ellos mismos expulsaron por supuestamente verse implicados en casos de corrupción.

Todo este guirigay, además, tendrá su continuación mañana en los juzgados de Estepona, donde prosigue la instrucción de las distintas causas. Según en el auto judicial al que ha tenido acceso ABC, el exregidor Diego Urieta y el marido de Muñoz deberán comparecer este jueves para declarar otra vez.