OPERACIÓN CABRA

Desarticulan en Málaga una red de proveedores de vehículos para los narcos de La Línea

Robaban todoterrenos de alta gama en la Costa del Sol por encargo para las labores de alijo y transportes de la droga

La Policía Nacional desarticula un grupo que vendía a narcos del Campo de Gibraltar todoterrenos sustraídos en urbanizaciones de lujo ABC

Eran capaces de robar un coche de alta gama con los más sofisticados avances de seguridad en apenas dos minutos. De hecho, en sólo 20 segundos abrían y arrancaban el vehículo . Una vez sustraído, lo dejaban «enfriar» (oculto) durante 24 o 48 horas para asegurarse que los sistemas de GPS estaban inutilizados, para luego llevarlo a uno de sus talleres, donde les cambiaban los bastidores y todos los símbolos identificativos.

Los preparaban y los mandaban de vuelta al Campo de Gibraltar, donde los narcos que habían hecho el encargo los recibían para transportar los alijos de la droga . Cada automóvil que se ponía a disposición del narcotráfico reporta a la banda 10.000 euros . Se trataba de Toyota, Audi o BMW, entre otras marcas las sustraídas. «Los vehículos elegidos eran de alta gama por su tracción para entrar en las playas y por su capacidad para poder circular en conducción temeraria a gran velocidad, si eran detectados por las autoridades», explicó José Manuel Orge, jefe del equipo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Policía Nacional.

Alta tecnología

El grupo operaba en municipios de la Costa del Sol como Marbella, Estepona, Fuengirola, Benalmádena o Vélez-Málaga, pero también se han detectado sustracciones en el interior de la provincia y zonas de Sevilla. Los ladrones eran de nacionalidad búlgara y el líder de la red fue detenido en la casa de sus suegros en Benajarafe (Málaga).

Parte de la banda fue arrestada en Campanillas (Málaga) y se registraron hostales de Málaga capital y Pizarra, donde guardaban el material para las fechorías. Se les han incautado herramientas para los robos como objetos para el troquelaje o para desmontar el bombín de la cerradura del coche. Inhibidores de frecuencia , porque otras de las prácticas era bloquear la señal de la llave a distancia cuando el propietario pulsaba para cerrar el vehículo.

También d etectores de frecuencia , sistemas de video, llaves vírgenes para clonar y ordenadores para acceder a la centralita del vehículo, con lo que descargaban los datos electrónicos del coche y codificaban otra llave para poder llevarse el vehiculo.

Investigación abierta

Fueron arrestados el pasado lunes sus siete integrantes –seis hombres en Málaga y una mujer en Madrid– con edades comprendidas entre los 38 y 59 años de edad. Pasaron a disposición judicial y a prisión el jueves. Se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza y falsedad documental .

Hasta el momento, se han esclarecido 19 robos de vehículos y 10 de ellos se han recuperado en esta operación, que se saldó con la intervención de 4.310 euros en efectivo, numerosas herramientas y útiles empleados en la comisión de este tipo de ilícitos y algunas cantidades de hachís. «Está abierta la investigación, porque permite avanzar en otras líneas y tener nuevos resultados», explicó el comisario provincial, Francisco López Canedo.

La operación «Cabra» se inició a mediados del mes de octubre del año pasado, tras analizar varias denuncias por robo de vehículos de gama alta en la zona de Málaga. Fruto de las primeras pesquisas los investigadores detectaron la presencia en la provincia de Málaga de varios miembros de una organización, que ya habían sido detenidos con anterioridad por hechos similares , según informó el propio comisario provincial de Málaga.

Itinerantes

Se detectó también que la organización estaba asentada de manera estable en Madrid y que sus integrantes se desplazaban de manera temporal por distintos puntos de la geografía española. « Eran itinerantes para que cuando hubiera pistas sobre ellos en un lugar haber desaparecido », matizó José María Toribio, jefe del grupo contra el crimen organizado de la Policía Nacional en Málaga.

Buscaban urbanizaciones de lujo en zonas como el Levante o Málaga donde hubiera una gran población extranjera para pasar desapercibidos. Los agentes identificaron a los dos primeros miembros de la organización cuando se dirigían a Madrid en un vehículo robado en Benalmádena (Málaga). Constataron que la red mantenía una infraestructura estable en la provincia andaluza, permanecía latente y se activaba únicamente con el desplazamiento de los integrantes que ejecutaban de manera directa los robo.

Los roles estaban perfectamente definidos. El líder y un acompañante salían solos para efectuar el robo. Partían de la vivienda de Benajarafe. Un equipo logístico se ocupaba de la organización y los rastreadores eran los que hacían las labores de búsqueda de objetivos en las zonas resienciales de la Costa del Sol. « Eran mecánicos muy especializados . Estaban muy profesionalizados y se iban actualizando para poder seguir sustrayendo vehículos», aseguró José María Toribio.

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