Huelva sale al rescate del edificio del Banco de España

Desde que cerró sus puertas, hace la friolera de trece años, ha tenido tiempo para cambiar de manos y ha escuchado cantos de sirenas que le prometían devolverle actividad y abrirlo de nuevo a Huelva. Desde una de las esquinas privilegiadas de la Plaza de las Monjas, en pleno centro de la ciudad, el edificio del Banco de España sigue esperando el rescate por el que las voces de la calle claman y que las administraciones no han conseguido durante años.

El futuro del Banco de España vuelve a tomar protagonismo. Esta misma semana, el Parlamento andaluz aprobaba por mayoría una iniciativa para que el simbólico edificio se declare Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Andalucía, un paso que llega justo después de que la consejera andaluza del ramo, Rosa Aguilar, acabara de afirmar que la licitación del proyecto de rehabilitación está a la vuelta de la esquina (aun sin dar fecha).

Casi las mismas palabras fueron pronunciadas por Aguilar hace ahora un año, cuando concretó una partida presupuestaria de 316.641 euros para este 2016 dirigida la redacción del proyecto. La finalidad, un espacio cultural.

Por entonces, la Asociación de Amigos del Museo Onubense (AMO) llevaba ya más de tres años de campaña y reivindicación para que la construcción se convirtiera en «Tartessos», el Museo Arqueológico de Huelva, una provincia que ha descubierto a lo largo de los años miles de piezas arqueológicas de extraordinario valor que ven el tiempo pasar en almacenes o cajas, lejos de cualquier mirada.

La demanda de la Asociación de Amigos del Museo llegó a Pleno la pasada primavera (abril 2016) y tuvo las bendiciones de todos los partidos con presencia en el Ayuntamiento: Huelva pedía el rescate del Banco de España para convertirlo en Museo Arqueológico.

El Banco de España, una singular edificación de casi 3.500 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas –que fue levantado en la II República e inaugurado en 1938, marcando un hito en el urbanismo onubense-, fue adquirido en 2007 por la Junta a la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliario de Patrimonio por un importe de 3,7 millones euros.

Antes hubo otras promesas. En 2009, el departamento andaluz de Cultura marcó el horizonte para el edificio como espacio para la Cultura Iberoamericana con proyección internacional, referente para Andalucía e Iberoamérica. Y se habló incluso de su contenido: congresos, obras escénicas, salas de exposiciones, biblioteca y mediateca, salas de visionado y consulta del patrimonio documental y bibliográfico.

El proyecto quedó en compás de espera hasta que dos años después Cultura dio hasta una cifra de inversión (alrededor de ocho millones) y dijo entonces que, en aquel momento, se encontraba abordando el proyecto de ejecución. De nuevo entonces, volvió el silencio.

Ahora, con la declaración de BIC en curso, Huelva espera los detalles del proyecto anunciados por la Consejería de Cultura.

Según manifestó la parlamentaria del PP Carmen Céspedes, «creemos que la Junta debe proteger este edificio emblemático de la ciudad de Huelva y darle un uso museístico que sirva para poner en valor el patrimonio arqueológico de Huelva. Céspedes mostró su «satisfacción» por el hecho de que la cámara aprobara la iniciativa del PP.