La recuperación de la iconografía mercedaria en Córdoba

Desde hace ya algunos años, Nuestra Señora de la Merced aparece ataviada cada mes de septiembre con el hábito mercedario. La cofradía del Lunes Santo ha recuperado esta peculiar iconografía en los últimos tiempos, aunque este año con el estreno de un escapulario bordado en oro fino, la corporación quiere ensalzar aun más esta forma de vestir a su titular mariana.

Como señala el vestidor de la hermandad mercedaria, Antonio Villar, «la Virgen de la Merced viene ataviándose con el hábito mercedario desde hace muchísimos años». La novedad de este año, como indica el propio vestidor, es el estreno de un escapulario bordado en oro fino, fruto de la donación del grupo joven de la corporación del Zumbacón y que ha sido realizado por el propio Antonio Villar en tisú de plata.

Para su ejecución ha utilizado bordados de una antigua casulla francesa del siglo XIX.

Hasta este año, la Virgen de la Merced siempre había aparecido vestida con el hábito mercedario, pero utilizando telas lisas. Villar destaca que esta forma de vestir a la Virgen se debe a «una clara referencia a la advocación de la misma», siendo representada de esta forma por Francisco de Zurbarán en sus cuadros. Además, el bordador y vestidor señala que esta forma tan peculiar de vestir a la Virgen de la Merced sólo se lleva a cabo «durante el mes de septiembre», momento del año en el que la dolorosa celebra sus cultos, «alternando su atuendo de reina con el de mercedaria».

Aunque durante estos días ya se ha podido ver a la Virgen ataviada con este hábito, en el próximo triduo la dolorosa lucirá en su mayor esplendor el nuevo escapulario bordado en oro, el mismo que le entregó a San Pedro Nolasco como símbolo de protección.