Los menús de Nochevieja más extraordinarios

El cine siempre ha sido muy gastronómico; quizá una servidora lo vea como tal, dada la pasión que siente por ambas artes. Sí, definitivamente el buen yantar está muy vinculado a la imagen. «Se come con los ojos»; unos ojos que leen, que ven, que absorben con la mirada, que disfrutan con la imagen, que se recrean –más cuando hay hambre– ante una vianda bien servida.

Y una de las películas más fascinantes para el avezado gourmet es «El festín de Babette». Ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 1987 el film, dirigido por Gabriel Axel, quien adapta un maravilloso cuento de Karen Blixen (seudónimo de la danesa Isaak Dinesen, conocida por otra de sus obras que arrasó en el séptimo arte: «Memorias de África»), en el que se relata la historia de la bondadosa y maravillosa Babette, una notable cocinera parisina que, en 1876, huye de su país, donde se ha establecido la Comuna de París, a la península de Jutlandia.

Gana un premio de lotería, dinero que emplea para adquirir los manjares más exquisitos y las bebidas más delicadas para preparar una cena inolvidable a la comunidad que la ha recibido tan gratamente.

Un convite singular que le ha servido al director general del hotel Ritz, Christian Tavelli para recrearlo «a su manera». Así es como Jorge González y Gemma Vela (ésta última Premio Nacional de Gastronomía 2013 a la Mejor Sumiller) dan vida al menú de una película catalogada como «la excelencia culinaria del séptimo arte. La magnánima Babette se cuela en las cocinas del Ritz parisino en una noche mágica, la que quiere revivir siglo y medio después el Ritz madrileño.

Blinis de caviar Per Sé con nata agria y toque de limón regados con Veuve Clicquot Ponsardin Millésime; falso consomé de tortuga en gélee con langosta gallega y su amontilado tradición de la D.O. Jerez-Xérèz-Sherry; hojaldre de codorniz con trufa negra melanosporum y el Chivite Colección 125 Chardonnay de la D.O. Navarra; lomo de lubina sobre ensalada de endivias, queso azul y nueces; sorbete de Marc de champagne rosado; tournedo rossini con salsa Périgord bebido con un Numanthia de Toro; selección de quesos con su guarnición; borracho al ron con crema inglesa y frutos rojos con Laurent-Perrier Cuvée Brut Rosé AOC Champagne (720 € por persona, incluye cotillón).

Historia bien hermosa y labor encomiable la de recrearla, pero hay muchas Babettes, anónimas y no tanto, que cada año se esmeran por llevar a la mesa las mejores viandas en noche tan señalada, la de despedir el año y recibir un 2015 que auguramos con esperanza y mucha más ilusión.

Algunos de nuestros cocineros más laureados nos seducen con unos menús magistrales, dignos de acompañar y completar banquete tan antológico como el de la poderosa y generosa Babette. Así, en el idílico rincón riojano de Ezcaray, la familia Paniego despide el año en El Portal de Echaurren(dos estrellas Michelin), con un menú sorpresa con más de cuarenta años de tradición, que inició la matriarca, Marisa Sánchez y que ahora lo lleva a cabo su hijo Francis Paniego. El raesultado, una fusión de la cocina tradicional y la más vanguardista, un resumen de lo mejor de la carta del 2014 y alguna sorpresa del año que entra, que a nadie defrauda (170 € por persona, bebidas no incluidas). Para rematar, dormir en una de las habitaciones del hotel convierten la fiesta en un momento irrepetible.

Lo mismo ocurre en Cáceres, en el Relais & Chateaux de José Polo y Toño Pérez que, bajo el título de «Una experiencia gastronómica de principio a fin» han diseñado un menú apoteósico para disfrutar en Atrio (dos estrellas Michelin) y del que nada se dice, todo es incógnita, para mayor deseo del comensal que acuda al banquete (200 € sin bebidas). Un monográfico con las recreaciones culinarias más aclamadas por el público durante el año que finaliza.

En Club Allard han elaborado un atractivo mosaico de platos (450 euros por persona) con productos muy tradicionales con guiños más modernos. Amplio y delicioso, con ejemplos como el ravioli de guisante con papada ibérica; besugo con chutney de ruibarbo y hoja de ostra; el pichón de Bresse con setas de temporada y trufa del Piamonte o la flor de hibiscus con pisco sour, acompañado con una selección de vinos de una de las narices más atinadas del país, la de Juan Antonio Herrero (Nariz de Oro en Londres y Mejor Sumiller de España).

En Sergi Arola Gastrotambién despiden el año con sus clientes. Clásicos a bocados: crema de hongos y trufas; carpaccio de langostinos; espuma de patata, caviar y foie; suquet de gambas con patatas confitadas; turbot con crestas de gallo; pato con peras en dos cocciones; parfait helado de vainilla bourbon y crema al whisky; carrusel de uvas de la suerte y la fiesta que continúa en el divertido SOT, la Vermutería de Sergi Arola, ubicado en la planta baja del restaurante (250 euros, bebidas no incluidas).

La entrada de año, queridos lectores, viene cargada de novedades gastronómicas, de tendencias y reivindicaciones de nuestros clásicos. Se prevé 2015 muy interesante en lo que a la culinaria se refiere. ¡Un brindis para todos!