Shackleton y el Endurance

Un barco mítico y una historia de supervivencia que aprenden los ejecutivos

Un grupo de científicos busca en el mar de Weddell el Endurance, el barco de la expedición de Shackleton a la Antártida, una historia de resiliencia que se enseña en las escuelas de negocios

Dos de los destinos más bellos de España y menos conocidos en Europa

El rompehielos sudafricano SA Agulhas II, con decenas de científicos de diferentes especialidades a bordo, busca estos días el rastro del Endurance Falklands Maritime Heritage Trust
J. F. Alonso

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Actualización 09/03/2022. La expedición Endurance22 ha anunciado este miércoles el hallazgo del Endurance, a 3.008 metros de profundidad, en el Mar de Weddell. Más información, aquí .

En sus últimos días, noviembre de 1915, el Endurance lloraba como un animal herido. O como un prisionero agonizante, a punto de ser devorado por el hielo. La madera crujía, emitía lamentos. Ernest Shackleton (1874-1922) y su tripulación, que habían abandonado el barco el 27 de octubre, diez meses después de quedar atrapados en la banquisa («nos hemos visto obligados a abandonar el barco, que está aplastado más allá de toda esperanza de ser enderezado», anotó ‘el Jefe’), vieron cómo su hogar desaparecía hacia las profundidades. El 21 de noviembre zozobró. Desde ese momento, los expedicionarios eran náufragos a la intemperie, en un lugar donde nunca había puesto sus pies un ser humano, donde en el invierno austral (en julio) el termómetro había marcado 34 grados bajo cero . El hundimiento pudo ser un símbolo de fracaso y desesperación. Entonces no lo sabían, pero con el paso del tiempo la odisea de los 28 del Endurance iba a ser sobre todo un símbolo universal de lo que ahora llamamos resiliencia. Entereza ante la adversidad.

Más de un siglo después, el Endurance permanece bajo las aguas heladas del Mar de Weddell , uno de los lugares más inhóspitos del planeta que no fue descubierto hasta 1823. El maltrecho bergantín probablemente descansa a unos 3.000 m de profundidad. Quizá aplastado por el hielo. O quizá protegido por el frío, que ahuyenta a los gusanos.

El Fideicomiso del Patrimonio Marítimo de las Malvinas está detrás de este intento de localizar el histórico barco, con el apoyo de otras instituciones. El pasado 5 de febrero, el rompehielos sudafricano SA Agulhas II salió de Ciudad del Cabo con unos sesenta especialistas a bordo –arqueólogos marinos, ingenieros, científicos– empeñados en lograr un hallazgo de portada. Para ello cuentan con la ayuda de dos vehículos –Saab Sabertooth– dotados de la última tecnología, incluido un sonar de largo alcance, que envían imágenes y datos a superficie por un cable de fibra óptica.

El pasado 17 de febrero comenzó la ‘caza’. Dan Snow, divulgador, tecleó en Twitter desde el barco: « Momento histórico. El vehículo submarino se despliega y llega al fondo del mar de Weddell. #Endurance22 está sobre el lugar del naufragio y ahora está buscando el Endurance». El SA Agulhas II todavía sigue en el entorno donde se hundió el barco, sin que la búsqueda haya dado resultado. En teoría, a esta expedición de rastreo le quedan pocas oportunidades de éxito (el día 4 anunciaron seis días más de búsqueda). Pero la historia de Shackleton y sus hombres permanecerá para siempre en nuestra memoria.

El viaje del Endurance

En busca del barco del

explorador Shackleton

Rutas

Bote salvavidas

James Caird

Botes salvavidas:

James Caird,

Dudley Docker

y Stancomb Wills

Deriva

del Endurance

atrapado

en el hielo

Shackleton y

tripulantes rescatados

a bordo del Yelcho

Endurance

1916

Abril-Mayo

1914

5 de diciembre

Shackleton y cinco

tripulantes navegan

(y reman) en un bote

ballenero 800 millas

náuticas hasta

Georgia del Sur

El Endurance

sale de la estación ballenera

de Grytviken

Islas

Georgia

del Sur

1

1916

Abril

8

Chile

Islas

Orcadas

del Sur

Shackleton y la tripulación llegan a la Isla Elefante

9

Islas Sandwich

del Sur

1916

Agosto-Septiembre

2

1914

7 de diciembre

Shackleton rescata

a los 22 hombes que se habían quedado

en Isla Elefante.

Todos estaban vivos.

Vuelven a Chile.

Isla Elefante

Shackleton y la tripulación marchan hacia Isla Elefante

La expedición

se adentra en

la zona de hielo

Tierra

de Graham

7

6

Lugar del hallazgo

Mar

de Weddell

5

1915

21 de noviembre

1915

Febrero-Octubre

El Endurance

se hunde

La nave va a

la deriva atrapado en el hielo

4

1915

27 de octubre

Tierra

de Palmer

A las 17.00 h Shackleton da la orden de abandonar el barco

3

1915

18 de enero

Plataforma

de hielo

Tierra

de la Reina

Maud

El Endurance queda inmovilizado

por el hielo

Antártida

Fuente: Endurance22 Mapa: REMA / ABC

El viaje del Endurance

En busca del barco

del explorador Shackleton

Rutas

Endurance

Deriva del Endurance atrapado en el hielo

Botes salvavidas: James Caird,

Dudley Docker y Stancomb Wills

Bote salvavidas James Caird

Shackleton y tripulantes rescatados

a bordo del Yelcho

Islas de

Georgia

del Sur

Mar

de Escocia

1

8

9

Chile

Isla

Elefante

7

2

Tierra

de Graham

Mar

de Weddell

6

Lugar del hallazgo

5

Tierra

de Palmer

4

3

Plataforma

de hielo

Tierra

de la Reina

Maud

Antártida

1914

5 de diciembre

Georgia

del Sur

El Endurance

sale de la estación ballenera

de Grytviken

1

1916

Abril-Mayo

8

Shackleton

y cinco tripulantes navegan (y reman) en un bote

ballenero 800 millas náuticas hasta Georgia

del Sur

1916

Agosto-

Septiembre

Shackleton rescata

a los 22 hombres que

se habían quedado

en la isla Elefante.

Todos estaban vivos. Vuelven a Chile

2

1914

7 de diciembre

La expedición

se adentra

en la zona

de hielo

9

7

Isla

Elefante

Shackleton y la tripulación marchan hacia Isla Elefante

1915

21 de noviembre

El Endurance

se hunde

6

1915

27 de octubre

5

A las 17.00 h Shackleton da

la orden de abandonar el barco

Mar

de Weddell

4

1915

Febrero-Octubre

La nave va a

la deriva atrapado en el hielo

Antártida

3

1915

18 de enero

Plataforma

de hielo

El Endurance queda inmovilizado

por el hielo

Fuente: Endurance22 Mapa: REMA / ABC

Shackleton se había hecho un nombre en aquel tiempo en el que las sociedades geográficas iluminaban un nuevo mundo. Era la edad heroica de la exploración de la Antártida , con muchas expediciones importantes. Entre ellas, dos en las que participó este joven audaz. En la Discovery (1901-1904) estuvo a las órdenes del capitán Scott, que lo envió a casa por motivos de salud; en la Nimrod (1903-1907), los expedicionarios no alcanzaron el Polo Sur (se quedaron a 180 km), pero llegaron al punto más al sur pisado entonces por el ser humano y hollaron el cráter del Erebus (4.057 m).

En 1911, Amundsen llegó al Polo Sur. Shackleton se había quedado sin objetivo, pero pronto tuvo una idea: cruzar a pie el continente antártico , del mar de Weddell al de Ross. El Endurance abandonó el Támesis el 1 de agosto de 1914, cuando ya había empezado la I Guerra Mundial. De ahí a Buenos Aires, y luego al sur extremo. El 5 de diciembre zarpó de Georgia del Sur hacia la Antártida . Pero la ferocidad de aquellas aguas iba a convertir la aventura en epopeya. El 18 de enero, el barco quedó atrapado en el hielo. De febrero a octubre de 1915, en el invierno austral, fue una presa inane en la banquisa. El 24 de abril de 1916, Shackleton tomó junto a cinco de sus hombres un pequeño bote –el James Caird, salvado del Endurance– para ir de isla Elefante a isla San Pedro (Georgia del Sur) en busca de ayuda.

Sebastián Álvaro , el histórico director de ‘Al filo de lo imposible’, ha estado seis veces en la Antártida, dos de ellas –2003 y 2013– para seguir los pasos de Shackleton. Ahora habla con entusiasmo del «viaje en bote más arriesgado de la historia», el que siguió durante 19 días aquel pequeño grupo. Fueron unos 1.400 km hasta un lugar aislado en Georgia del Sur. Desde allí fueron a pie, 35 km en línea recta, por un itinerario imposible de grietas traicioneras y levantamientos rocosos, hasta la estación ballenera de Grytviken. Eran seis fantasmas en un horizonte blanco.

«De cincuenta veces que lo hicieran morirían 49 –afirma Álvaro–, pero se unieron una serie de factores: eran valientes, y Frank Worsley era un navegante extraordinario». Hasta agosto –unos meses de angustia– no pudo regresar en busca de sus compañeros, que se habían quedado bajo el mando de Frank Wild. Cuando llegó, todos estaban vivos.

El líder total

La expedición que pretendía cruzar a pie la Antártida fue, objetivamente, un fracaso, pero Sebastián Álvaro y otros exploradores la recuerdan como extraordinaria. «Shackleton –afirma Álvaro– demuestra que puede haber otra clase de liderazgo más allá del autoritario de Scott y Amundsen . Dicen que Shackelton se limitaba a dejar hacer, pero en realidad nada se hacía que no quisiera. Raymond Priestley, geólogo y explorador, sentenció: si quieres hacer una carrera polar, elige a Amundsen; para una expedición científica, elige a Socot, pero cuando estés en medio de la dificultad ponte de rodillas y reza para que envíen a Shackleton».

El escritor y científico Javier Cacho, autor de ‘El indomable’ sobre la figura del explorador, es uno de los mayores expertos españoles en la Antártida. «Siempre he sentido que no fuera Shackleton el primer hombre en pisar el Polo Sur. Se lo merecía tanto como Amundsen o Scott. Después de aquello, ¿qué podía hacer en la Antártida? Cruzarla. Era una hazaña más grande que llegar al Polo Sur. Una distancia parecida, pero más difícil en cuanto a logística. Hacía falta más equipo para continuar al mar de Ross. Cuando vio que el barco quedó atrapado, cambió su plan, una capacidad de adaptación muy suya. Se dedicó a salvar la vida de sus hombres».

Cacho recuerda que a Shackleton se le estudia en Harvard y en muchas escuelas de negocios. Él mismo ha dictado más de una conferencia a ejecutivos sobre su figura. « Tenía más carisma de líder que Amundsen y Scott, más que Nansen. Y supo mantener la esperanza de que iban a salir de ese trance. Creía en el optimismo como un valor moral. Es lo primero que buscó al reclutar a sus hombres. Pensaba que el optimista sale de todo, mientras que el fuerte siempre puede hundirse. También era generoso. Se sacrificaba por sus compañeros. Cuando abandonaron el barco sortearon los sacos de dormir. Tras el sorteo, todos se dieron cuenta de que les había engañado, porque a todos sus hombres de confianza les habían tocado sacos de lana mientras los marineros tenían los buenos, los de piel de reno».

El Endurance, fotografiado por Frank Hurley, atrapado por el hielo del Mar de Weddell

Un gran barco

El Endurance era un gran barco, un bergantín de tres palos en el que cada uno de los maderos procedía de un tronco entero de roble. Las piezas de su quilla eran cuatro maderos sobrepuestos. Y los costados también eran de robles y abetos nobles de Noruega, recubiertos por ‘greenheart’, una madera casi tan dura como el acero, según la descripción de Jorge Berguño en ‘Las 22 vidas de Shackleton’ . Shackleton lo compró por 67.000 dólares. Solo el Fram, el barco de Amundsen, parecía entonces mejor.

Opina Sebastián Álvaro que ninguno de aquellos exploradores tuvo gloria ni dinero, quizá víctimas colaterales de la guerra. Sus hazañas se valoraron más con el paso de las décadas, hasta ahora mismo, cuando el Endurance es un objetivo de primer orden, aunque solo sea para fotografiarlo ahí abajo, porque poco más aportaría su hallazgo. Se sabe la zona aproximada del naufragio, gracias a la medición con sextante del capitán Frank Worsley , que anotó las coordenadas del lugar del hundimiento: 68°39’ 30”S, 52°26’30”W. Solo el helado mar de Weddell puede impedir el éxito de la ‘caza’.

En 2019 ya hubo una expedición, y el lugar del naufragio fue declarado Sitio y Monumento Histórico bajo el Sistema del Tratado Antártico. Muchos de los tripulantes de aquel barco han vuelto en la misión Endurance22 . Pero el tiempo apremia. Y los témpanos acechan. El lugar es tan complicado que, el 21 de febrero, el SA Agulhas II estuvo muchas horas atrapado en el hielo. Por un momento, los tripulantes de hoy se pusieron en la piel de los 28 de Shackelton. El mismo lugar, el mismo frío. En cierto modo, las fotos de los dos barcos (1915, 2022) eran un reflejo en un espejo. El poder de la naturaleza contra el sueño de los hombres. Shackleton logró sobrevivir. La expedición Endurance22 pudo escapar del abrazo del hielo. «Tras unas tensas horas atrapados, la experiencia del capitán Knowledge Bengu y su tripulación brilló cuando el SA Agulhas II se separó y pudo continuar la búsqueda del Endurance».

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