Paso del fuego

Así es una de las hogueras de San Juan más importantes de la España vacía

En el pueblo de San Pedro Manrique (Soria) no se saltan las hogueras, sino que se celebra el Paso del Fuego y las Móndidas, espectaculares rituales que merece la pena ver una vez en la vida

Noche de San Juan: las hogueras que no olvidarás nunca

¿Cuándo es la noche de San Juan?

Ritual del Paso del Fuego en San Pedro Manrique © AFP PHOTO/César Manso
Rocío Jiménez

Rocío Jiménez

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Situado al noroeste de Soria, en las llamadas Tierras Altas, está San Pedro Manrique , un pequeño pueblo que cuenta con una de las fiestas de San Juan más curiosas de España, cuya fecha de origen se desconoce, que atrae cada año a cientos de turistas: el Paso del Fuego y las Móndidas , celebración que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

La fiesta en sí se compone de dos actos. El primero tiene lugar en la noche del 23 de junio y es conocido como el Paso del Fuego . El anfiteatro de la ermita de la Virgen de la Peña es el escenario de este ritual en el que no se saltan las hogueras, como en el resto de ciudades de España, sino que se cruzan con los pies descalzos las brasas de una hoguera que se preparan meticulosamente. Se dice que solamente la gente del pueblo puede pasar sin sufrir quemaduras. De hecho, solo la cruzan los hijos del pueblo, y no porque no dejen probar suerte a los forasteros, sino porque no abundan los voluntarios, como es de esperar.

Los lugareños atraviesan descalzos un manto de brasas © AP Photo/ Álvaro Barrientos

Las hogueras se encienden a las nueve de la noche con 1.000 kilos de madera de roble , un tipo de madera que arde fácilmente y que no forma grumos. Sobre las 23.30 se prepara el camino de brasas a modo de alfombra alisándolas con unas varas conocidas como horquineros. La gente del pueblo se aposta alrededor de la misma para ver el espectáculo, que comienza a las 00.00 horas. Normalmente los diez o doce elegidos, quienes suelen hacer esto por una promesa, llevan a alguien subido a hombros para que el peso sea mayor, ya que al pisar con más fuerza se evita la combustión. Este es, según dicen, uno de los secretos para no quemarse. Todo el acto está presidido por las Móndidas , tres jóvenes solteras del pueblo que, antiguamente, se elegían por sorteo y cuyo significado ha suscitado diferentes teorías. Por un lado, están los que dicen que representan a las sacerdotisas de las tribus celtíberas y los ritos propios del solsticio, otros hacen alusión a los cultos agrarios vinculados a las divinidades greco-latinas transmitidos durante la dominación romana y, por último, hay quienes piensan que simbolizan a las vírgenes que fueron a dar gracias a las huestes cristianas de Ramiro I, que salieron victoriosas en la Batalla de Clavijo, por acabar con el ‘tributo de las cien doncellas’ impuesto por el emir de Córdoba.

La mayoría de ellos llevan a cuestas a alguien para pisar con más fuerza © REUTERS/Félix Ordóñez

La segunda parte de la festividad se da la mañana del 24 de junio. En primer lugar, las autoridades locales, encabezadas por el alcalde, cumplen con la costumbre de recorrer el pueblo montados a caballo ataviados con levita y bicornio en lo que se conoce como Descubierta . Mientras tanto, una comitiva acompañada por una banda de música se encarga de recoger a las tres Móndidas en sus casas. Estas jóvenes van vestidas de blanco con un mantón de manila de color que se decora con lazos, broches y cadenas y que le da un toque muy vistoso al traje. Además, llevan sobre la cabeza el cesteño, un cesto que va decorado con flores y sobre el que se colocan pan y arbujuelos (largas varitas de harina y azafrán). La que va en el medio ostenta el mayor protagonismo. Una vez han desfilado por el pueblo camino a la ermita del Humilladero y han recibido a las autoridades, llega el momento de la Caballada. En esta parte de la fiesta los sampedranos efectúan carreras con sus caballos en el espacio comprendido entre la plaza del Mercado y la entrada de la ermita. Después llega el momento del acto religioso en el que la Móndiga principal le hace entrega del primer arbujuelo al sacerdote. Finalizado esto, las tres jóvenes recitan ante los presentes unos poemas o cuartetas que hablan de la tradición, del pueblo, de sus familias… El ritual termina con el baile de la jota de los miembros del consistorio y las Móndidas.

Lugares de interés del pueblo

Si se acude a disfrutar de esta fiesta se puede aprovechar para recorrer el pueblo. Pasear por sus calles empedradas y estrechas es una delicia. En el recorrido se pueden ver las ruinas de su castillo , del que aún son visibles tres de las cinco puertas con las que contaba. Este fue levantado hacia 1421, fecha en la que Juan I entrega la entonces Villa de San Pedro de Yanguas a Diego Gómez de Manrique en agradecimiento por el apoyo a la nueva dinastía de los Trastámara. La vinculación de esta familia con la villa aumenta entonces añadiéndose su nombre a la localidad. Además, están la citada ermita de la Virgen de la Peña , la cual se derrumbó en los años 30 y reconstruyó en los 40 conservando su portada original, y la iglesia de San Martín de Tours , una edificación de tres naves con sobrias bóvedas de arista sostenidas por seis pilares octogonales. Destaca su excelente calvario de estilo gótico del siglo XII o principios del XIII, una pila bautismal románica ornamentada con arcos de herradura y el retablo barroco del Alta Mayor del siglo XVIII. Por último, a escasos dos kilómetros del pueblo y sobre un empinado cerro están los restos del monasterio templario de San Pedro el Viejo . Fue un templo de tres naves del que se conservan parcialmente los muros perimetrales y casi íntegras las capillas de la cabecera con sus bóvedas de horno.

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