Busto de Gonzalo Fernández de Córdoba en el Museo del Ejército
Busto de Gonzalo Fernández de Córdoba en el Museo del Ejército - luna revenga
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El Museo del Ejército inaugura una exposición dedicada al Gran Capitán

Gonzalo Fernández de Córdoba acabó con las aspiraciones francesas en el Reino de Nápoles

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Hablar de Gonzalo Fernández de Córdoba es referirse a un militar cuyas aportaciones de arte en la guerra, lucha y victorias contra los ejércitos francés y otomano permitieron defender el Reino de Nápoles y mantener el control español en el Mediterráneo. [FOTOGALERÍA: La muestra, en imágenes]

Su sensatez, capacidad de mando y sensibilidad táctica le hicieron salir victorioso de contiendas contra enemigos más fuertes, todo ello siguiendo las órdenes de los Reyes Católicos. De hecho, la nueva organización para el combate de sus unidades fueron la base con la que se constituyeron los famosos tercios de la infantería española que reinaron Europa durante más de 200 años, por lo que dentro y fuera de las fronteras nacionales se ganó el apodo del «Gran Capitán».

A todo ello se suma su vuelta a España después de las campañas en Italia y su posterior «destierro» a Loja, algo que da muestra de unas cualidades humanas de abnegación y disciplina tan excepcionales que biógrafos e investigadores tratan de encontrar las razones para un comportamiento tan fiel.

Ahora, como consecuencia del quinto centenario de su muerte, el Museo del Ejército ha decidido homenajear a un personaje que jugó un papel fundamental en la historia de España. Así, la exposición «El Gran Capitán» tiene el objetivo de dar a conocer al visitante y a la sociedad la figura de un héroe legendario poco conocido en nuestro país, así como fomentar el conocimiento de la historia.

«Hemos querido reproducir todos los elementos que, de alguna manera, han estado relacionados con la vida del personaje», ha admitido el comisario de la exposición, el coronel Jesús Ansón Soro, durante la presentación de la muestra este jueves.

De héroe a mito

Las prácticamente 200 piezas expuestas están divididas en cinco secciones que hacen más llevadero el recorrido del visitante a lo largo de la historia.

El primer área gira en torno al personaje, con sus orígenes, vicisitudes familiares o educación que formaron el carácter y la personalidad de Gonzalo Fernández de Córdoba, así como la vida en la corte o la configuración de su espíritu de caballería. «Todo esto configuraría lo que posteriormente sería el caballero del Renacimiento por excelencia», ha explicado Ansón.

Allí se encuentra la espalda atribuida al Gran Capitán, perteneciente al Patrimonio Nacional, además de retratos y esculturas que nos hacen acercarnos más a esta figura tan difusa.

El segundo ámbito de la exposición se refiere a la guerra de Granada, aunque en realidad se trató de la última gran cruzada de la cristiandad. A lo largo de esos diez años, Gonzalo forjó su preparación humana y militar al mando de unidades dentro de las fuerzas que encabezaba su hermano Alonso. Su habilidad para la diplomacia y el conocimiento del árabe le permitieron participar en la rendición de Loja y, según cuentan, incluso de Granada.

Vitrina con la marlota, vestimenta y espada de Boabdil
Vitrina con la marlota, vestimenta y espada de Boabdil

Es en esta sala donde se encuentran algunas de las piezas más destacadas de la muestra, como la vitrina dedicada a Boabdil, último rey de Granada capturado por el conde de Cabra en 1483. En ella permanecen su marlota, su espada y los privilegios que los reyes concedieron al conde de Cabra. Respecto a este último elemento, el coronel ha informado de que es «un documento excepcional porque todavía se conserva un sello rodado de los Reyes Católicos», además de asegurar que la utilización del mismo era un «privilegio» de sus majestades.

En la misma habitación también están colocadas las armas utilizadas durante la Reconquista, así como cuadros que muestran el momento de la capitulación, entre los que se encuentra «El Suspiro del Moro». Muy interesante es la tabla que representa a Boabdil, pintada en el siglo XV posiblemente durante su cautiverio, y que está realizada sobre una tabla dorada, posiblemente procedente del retablo de la catedral de Jaén.

La tercera y cuarta parte están dedicadas a las campañas en Italia durante las cuales el Gran Capitán se limitó a aplicar las experiencias obtenidas en la Guerra de Granada reorganizando sus fuerzas. Ello le permitió vencer al poderoso ejército francés en diversas ocasiones, entre las que destacan la batalla de Ceriñola, que propinó una derrota tremenda a las fuerzas de Luis XII, y la de Garellano y la toma de Gaeta, que acabaron con las pretensiones de Francia sobre el Reino de Nápoles.

En estos pasillos se pueden observar la correspondencia inédita que intercambiaron Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernando el Católico en las que éste da instrucciones detalladas sobre el gobierno de Nápoles, incluyendo una carta escrita directamente por el propio monarca, un hecho «rarísimo» y cuya traducción ha supuesto un excepcional esfuerzo. Para poder exponerse, los documentos han sido restaurados, transcritos y catalogados, extrayéndose información muy valiosa por su rareza y desconocimiento.

La última parte de la exposición ha recibido el nombre de «El Mito» debido al gran impacto, sobre todo en el mundo de la literatura, que causó la figura de Gonzalo Fernández tras su muerte. Aunque los italianos fueron los primeros en escribir sus biografías, la moda de extendió rápidamente por Europa. «Son muchos los libros y publicaciones que se han escrito», ha afirmado Ansón Soro, quien además ha citado a escritores tan ilustres como Francesco Guicciardini, Jerónimo Zurita, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, Cervantes, Baltasar Gracián, Jean Nicolas Duponcet o Iñigo López de Ayala.

Una de las piezas más destacadas de esta sección son las famosas cuentas del Gran Capitán, que el militar rendía tras cada batalla con una gran minuciosidad. En ellas aparecen todas las libranzas, gastos y presupuestos utilizados. Como un hecho anecdótico también se exhiben las cuentas ficticias, cuyo origen es aún muy difuso aunque se cree que surgieron por las comedias que se llevaron a cabo sobre el noble.

Así, hasta el 31 de enero de 2016, el Museo del Ejército acogerá los principales elementos que giraron en torno a Gonzalo Fernández, una figura extraordinaria que revolucionó el arte de la guerra acabando con las prácticas medievales tal y como se concebían y que además defendió los intereses de los Reyes Católicos derrotando al ejército más poderoso de Europa en la época.

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