Asaja anima a los viticultores a denunciar prácticas irregulares en la vendimia

Algunas bodegas de las región ya han comenzado a vendimiar las variedades más tempranas, como la chardonay. Es el caso de la zona de producción de la D.O. Vinos de Uclés. Finalmente, las condiciones climatológicas, con un verano tan seco y caluroso, han hecho que se retrase la recogida y será a partir de la próxima semana cuando se generalice por todas las comarcas productoras.

Una vez que las previsiones apuntan a una cantidad menor de uva, aunque con una excelente calidad, ahora la preocupación del sector está en los precios. Para que no ocurra como en campañas anteriores, cuando los viticultores entregaban la uva a las bodegas sin conocer el precio que iban a recibir por ellas, esta temporada es obligatorio la elaboración de contratos de compraventa formalizados por escrito que recojan, como mínimo, la identificación de las partes contratantes, el objeto del contrato, el precio, las condiciones de pago, las de entrega y puesta a disposición de los productos, derechos y obligaciones de las partes contratantes, o duración del contrato.

La organización agraria Asaja ha advertido de que presentará ante la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica) denuncias formales en nombre de los agricultores o ciudadanos que colaboren para que la Agencia pueda inspeccionar de oficio a las empresas que no cumplan durante la campaña de vendimia las exigencias de la Ley de la Cadena Alimentaria. Para ello, la asociación ha habilitado correos electrónicos y teléfonos en cada una de las provincias de la región para que cualquier viticultor puede comunicar las posibles infracciones y lo podrá hacer, bien identificándose o anónimamente.

Un contrato por escrito

Según establece la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, así como la Norma Interpretativa publicada por el Aica, es obligatorio la elaboración de contratos de compraventa de uva por escrito. Además, el plazo de pago de la uva será de 30 días, siendo el día inicial del cómputo del citado plazo es el de la finalización de la entrega de uva, según el artículo 4 de la ley 3/2004, por la que se establecen las medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.

Asaja también recuerda que la Norma Interpretativa del AICA indica que «en aquellas Denominaciones de Origen, Indicaciones geográficas protegidas u otras figuras de calidad que, en las que en el momento de la entrega de la uva, no se conozca con exactitud si la misma reúne los requisitos exigidos en el propio contrato y deba realizarse, para ello, una validación de cosecha, si de dicha verificación resultare un precio superior al inicialmente pactado, el día inicial del plazo de pago de la diferencia hasta dicho precio, que también deberá estar previsto en el contrato inicial o ser incorporado al mismo, mediante el correspondiente anejo al contrato, es el de la comunicación fehaciente al comprador y al vendedor del resultado de la verificación».

Los empleos

Otro de los puntos calientes de la campaña de vendimia es la contratación de los temporeros. Este año se estima que serán unas 30.000 las personas que trabajarán en la recogida de uva, de las que más de 12.000 lo harán en la provincia de Ciudad Real, la mayor zona de producción de Castilla-La Mancha.

El responsable de la Federación Agroalimentaria de CC.OO. en Ciudad Real, Demetrio Muñoz, indicaba que el sindicato ha editado una hoja informativa donde se explican aspectos sobre la jornada laboral, salarios -se establecen 8 horas de lunes a viernes por 48,93 euros/día-, indemnización por finalización de contrato, recomendaciones sobre los contratos de trabajo y alta en la Seguridad Social, así como los alojamientos para los trabajadores que se desplacen a más de 100 kilómetros de su domicilio habitual, la prevención de riesgos laborales y posibles irregularidades.

Muñoz recomendaba a los empresarios que cumplan la normativa a la hora de contratar en las campaña agrícolas, y a los trabajadores que comprueben los días que están dados de alta en la Seguridad Social, «ante la práctica de algunos empleadores de dar alta y baja en el primer día, mientras que el resto de la campaña los temporeros están sin cotizar».