Diez sitios rústicos y con encanto para comer por los pueblos de Toledo

Llares, en Lagartera

En Lagartera se cuentra el restaurante Llares, instalado en una casa lagarterana del siglo XVIII que ha sido restaurada respetando la tradición de las cubiertas de madera, paredes de piedra y barro y suelo de losas de arcilla cocida. En la parte superior, donde está el comedor, se conserva una estructura clásica, con las paredes de piedra y la cubierta de madera y las baldosas de rcilla de cocida. El nombre de Llares lo toma de las cadenas en las que se colgaban las grandes ollas sobre el fuego. Además del encanto del pueblo y del lugar, nos encontramos con una cocina más moderna de lo que es habitual en la zona, pero sin o excesivos riesgos, y platos como la perdiz escabechada, lomo de ciervo adobado con vino y setas con vinagreta de miel.

La Hostería de Oropesa

Muy cerca del castillo y el Parador de Oropesa se encuentra la Hostería de Oropesa, una encantadora casa rural de 12 habitaciones que dispone también de un restaurante en el que destacan los arroces, las carnes de caza y los postres caseros y muy originales. En la Hostería de Oropesa es posible disfrutar de una buena comida a tan solo un paso del maravilloso palacio de los Condes de Oropesa y disfrutar, además, de una zona algo desconocida pero que merece la pena visitar.

De La Tierra, en Hontanar

En Hontanar, un pequeño pueblo enclavado en los Montes de Toledo, limítrofe con la provincia de Ciudad Real y dentro de la zona de influencia del Parque Nacional de Cabañeros, se encuentra De La Tierra «Sabores Manchegos», mucho más que un restaurante. Se presenta como una alternativa de ocio en el medio rural, cuya intención es aportar al pequeño municipio de Hontanar una oferta más, pero a la vez diferente, que permita a sus pobladores y visitantes adquirir y degustar productos típicos y elaborados en Castilla la Mancha.

Este proyecto nació para convertirse en un atractivo lugar de descanso y esparcimiento. Así, dispone de una exposición de productos castellano-manchegos con vinos y licores, miel y derivados de la apicultura, quesos de oveja y cabra, embutidos de carne de caza, aceite de oliva virgen extra, etc… Y otra zona para degustar y disfrutar de un buen vino.También dispone de terraza para disfrutar del entorno tan increíble.

Montes, en Villacañas, un clásico

El restaurante Montes de Villacañas es un clásico. No destaca por su decoración, ni su arquitectura, pero su comida supera con creces todas las expectativas. De ahí que siga siendo imprescindible en la ruta de los restaurantes de la provincia y que reciba visitas ilustres aunque esté lejos de las grandes ciudades. El rRestaurante « Montes» rinde eterno tributo, a su fundador, el inolvidable Pascual Montes, un «maestro gachero» como le bautizó en su día, el gastrónomo Lorenzo Díaz, tuvo que dejar su oficio de labriego allá por los años 70 y reconducir su oficio para sacar a delante a su familia. Montes sigue ofreciendouna cocina tradicional, típica, casera y manchega de gran calidad aprovechando los buenos productos de la zona y de temporada. Los guisos, las gachas, los rebozados y las carnes son los puntos fuertes de este establecimiento con un servicio atento y profesional que ha recibido varios galardones.

El Palio, en Ocaña

El restaurante El Palio es otro clásico de la provincia, un sitio con encanto, pequeño y familiar para «comer muy bien». Además cuenta con un ambiente muy agradable y una atención muy personal por parte de los dueños, que cuidan todos los detalles y te hacen sentir como en casa. Este el secreto de su éxito y de que continúe siendo una referencia en la hostelería toledana. «No es una cocina de vanguardia, no es una cocina de fuegos artificiales, no es una cocina de último grito; es una cocina, sencillamenta artesana». Así definen su filosofía sus propietarios que cuidan tanto los detalles que el pan es completamente artesanal, es su niño mimado, elaborado por ellos mismos en su restaurante con harinas seleccionadas.

Orgaz: Posada de la Cal

Disfrutar de un asado en un antiguo horno de leña es posible en la Posada de la Cal, una encantadora casa rural, que dispone también de un restaurante con cocina castellana e internacional. Se encuentra en la preciosa localidad de Orgaz, a pocos kilómetros de Toledo y Madrid, en un edificio de construcción manchega señorial. No hay que perderse sus asados con leña de encina y sus chuletas de cordero lechal. Elaboran también su propio pan y mazapán totalmente casero.

La Posada de Recas

En Recas, un pueblo situado entre Toledo y de Madrid, se encuentra el mesón-restaurante «La Posada» especializado en la cocina tradicional, con platos de siempre elaborados a fuego lento. Es un acogedor establecimiento, decorado con una particular colección de antigüedades, con capacidad para 30 comensales, que crea un ambiente único y familiar, con un trato muy cercano. Sus especialidades son, el rabo de toro al vino, una receta que fusiona tradición e innovación, los clásicos platos de cuchara, que están presentes en nuestros menús, como judiones con su pringá o el clásico cocido manchego, la clásica paella o el arroz caldoso con conejo de campo y bogavante. Y también gachas, elaboradas con harina de almortas, migas acompañadas con uvas, según manda la tradición, asadillo manchego o platos de caza. Para terminar, postres caseros, elaborados con productos naturales.

Casa Parrilla, en Ventas con Peña Aguilera

En los Montes de Toledo, en la localidad de Ventas con Peña Aguilera, se encuentra Casa Parrilla, un restaurante familiar que desde los años noventa ofrece a sus clientes una de los mejores ofertas de la gastronomía de esta comarca monteña. Desde las recetas de las abuelas hasta las mas novedosas creaciones del equipo de cocina. Y, además, dispone de un acogedor salón en plena zona rural para disfrutar de este paraíso cinegético, donde el ciervo, el corzo, el jabalí, la perdiz, el conejo y la liebre campean por sus campos y sierras.

La bodeguita de Consuegra

«Gran variedad, buena calidad y un trato exquisito por parte del personal del restaurante. Muy recomendable por su relación calidad precio. Seguro que volveremos». Este es uno de los numerosos comentarios en positivo en tripadvisor que tiene «La Bodeguita», en Consuegra, un restaurante rural para disfrutar tando de los platos más clásicos de la cocina manchega, como las creaciones más recientes. Recomendable también en este restaurante la carne a la piedra, el venao en salsa, las migas manchegas, el pisto, las gachas y, para terminar, con duelos y quebrantos.

El Rincón del Cojo, en Manzaneque

En Manzanque se encuentra El Rincón del Cojo, un restaurante que se ha hecho muy popular por sus carnes asadas en horno de leña, parrilladas de marisco, arroces, y una gran variedad de especialidades. Con un salón con capacidad hasta 70 personas, en este local, se sirve el lechazo asado al horno de leña, uno de los mejores de la provincia de Toledo, y se realizan también cocidos a la paja al estilo del pastor y fabadas asturianas en puchero de barro a la lumbre. Un placer para los sentidos.