«El Cardenal» en la capilla del Museo del Greco
«El Cardenal» en la capilla del Museo del Greco - ana pérez herrera

El admirador del Greco

«El Cardenal» de Ignacio Zuloaga podrá verse en el Museo del Greco hasta el próximo 20 de septiembre

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Cuando se cumple un año de la celebración del cuarto centenario de la muerte del Greco, el museo dedicado a la entera figura del pintor ha querido en esta ocasión mostrar la obra de quien fuera uno de los mayores admiradores del cretense con El Cardenal, dentro del especaio denominado «En la estela del Greco y artistas invitados».

Ignacio Zuloaga (Éibar, 1870-Madrid, 1945) fue un fiel defensor de la proyección del cretense. La influencia del Greco en la pintura del siglo XIX sería inexplicable sin obviar la labor de difusión desarrollada por el pintor vasco. «Este año hemos querido presentar a uno de los artistas más grandes, influyentes y de mayor importancia en la revalorización y redescrubrimiento de la figura del Greco», destacó este jueves el director del Museo del Greco, Juan Antonio García Castro, durante la presentación de la obra.

Coleccionó obras del cretense que prestó para exposiciones

Zuloaga conoció las creaciones del Greco con tan solo 17 años, y desde el primer momento mostró su admiración por un artista cuyas pinturas eran tan peculiares, con figuras alargadas y una paleta cromática extrañamente oscurecida. A la copia de sus obras en el Museo del Prado le sucedió su deseo de llegar a ser un coleccionista de la proyección del griego. A partir de su estancia en París en 1889, lugar en el que coincidió con otros artistas fuertemente influidos por el cretense como Tolouse-Lautrec, Gauguin, Degas o Rusiñol, Zuloaga se posicionó como el gran protector de la figura del Greco tanto a nivel nacional como internacional. Ni siquiera las vanguardias de los años veinte, tan rompedoras y experimentales en la nueva concepción del arte, dejarían de lado la innovación del griego.

Influencia

De regreso en España, Zuloaga desempeñó numerosas acciones encaminadas a resurgir la figura del Greco y otorgarle el valor que merecía como pintor. Durante sus últimas décadas de vida consiguió convertirse en uno de los coleccionistas más conocidos del Greco, llegando incluso a tener hasta 12 lienzos del artista. Uno de ellos, La visión de san Juan, obra clave en el origen del cubismo, fue representada al fondo de Mis amigos, creación en la que Zuloaga se pintó a sí mismo imitando a Velázquez junto a escritores que apreciaban al Greco en igual medida que él, sobre todo miembros de la Generación del 98 y del 14 entre los que destacan Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, Blasco Ibáñez, Ortega y Gasset o Marañón.

Sin embargo las obras en las que mejor se aprecia la influencia y admiración hacia el pintor toledano son las que describen acciones religiosas. En El Cardenal, realizado en 1912, está especialmente patente la herencia de la tradición pictórica española, reinterpretando además el retrato de aparato del siglo XVII. Con el pueblo de Sepúlveda de fondo, la figura del cardenal hecha por el vasco recuerda a la obra de El Cardenal Fernando Niño de Guevara de El Greco.

«Queremos presentar a nuestros visitantes y a la ciudad de Toledo una obra magnífica de Zuloaga que ha sido prestada gracias a la colaboración del Museo de Bellas Artes de Bilbao», explicó el director del museo donde hasta el 20 de septiembre estará expuesto el lienzo: «Lo tendremos aquí todo el verano para disfrute de los toledanos y de todos los visitantes del museo», concluyó.

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