Cospedal pide a las jóvenes que «no toleren un comportamiento distinto hacia ellas por el hecho de ser mujeres»

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha aseverado este martes que la violencia puede afectar a mujeres de todas las edades, no sólo adultas, sino también niñas o adolescentes, y puede hacerlo con independencia de su condición social, raza, religión o creencia. Cospedal ha lanzado este mensaje en el acto organizado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer ante un centenar de alumnos de varios institutos de Castilla-La Mancha, quienes a lo largo del todo el día han trabajado en ocho talleres educativos para detectar comportamientos de violencia hacia la mujer, evitarlos y denunciarlos. [FOTOGALERÍA: El acto, en imágenes]

La violencia hacia la mujer es «un problema que trasciende todos los límites, todas las realidades y no distingue de fronteras», ha lamentado la presidenta autonómica, que ha dicho que los 45 fallecimientos por violencia machista en lo que va de año en España, que además han dejado a 33 niños huérfanos, «avergüenzan, duelen y hieren profundamente» a toda la sociedad.

«La violencia sigue existiendo y por eso tenemos que seguir luchando contra ella», ha alertado la presidenta, que también ha sostenido que aunque se produzcan en el ámbito privado, como una relación de pareja o en el seno de la familia, «es algo que concierne a todos». De este modo, ha exigido que la ciudadanía «no puede ser partícipe de una sociedad donde haya escenas de violencia contra la mujer» y, por ello, ha afirmado que «no se puede permitir» que existan entornos o lugares donde se vulneren los derechos de las mujeres o se produzcan situaciones donde, solo por el hecho de ser niña o mujer «haya un comportamiento discriminatorio o de violencia».

Así, ha instado a las chicas a que, si detectan un comportamiento distinto hacia ellas solo por el hecho de ser mujeres, no lo acepten y «no lo toleren», del mismo modo que ha pedido a los chicos a que no los tengan y tampoco los consientan en otras personas.

También ha sostenido que es importante que cuando se conozca un caso de maltrato se denuncie, para «no ser cómplices» con el silencio, del mismo modo que ha animado a las víctimas a denunciar su situación. Cospedal ha recordado que, desde que en 1996 se institucionalizó el día contra la violencia de género, se han realizado muchas declaraciones que «reflejan el sentimiento universal y sincero» de la importancia de lograr una sociedad igual en derechos y oportunidades para hombres y mujeres.

Cospedal ha pronunciado este discurso ante representantes de otras instituciones, como el presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado; el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Leandro Esteban, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco.

La directora del Instituto de la Mujer en Castilla-La Mancha, María Teresa Novillo, ha sido la encargada de leer el manifiesto en contra de la violencia de género, en el que ha dejado patente la «repulsa y absoluta condena» de Castilla-La Mancha hacia la violencia de género. Novillo ha señalado que alcanzar una igualdad «efectiva y real es un proceso largo», si bien ha sostenido que el Gobierno regional «tendrá capacidad y esfuerzo», que son las claves fundamentales para «lograr una sociedad en que hombres y mujeres tengan igualdad de oportunidades». Para ello, ha aseverado que pondrá en marcha todos los instrumentos que permitan evitar este tipo de violencia e impulsará campañas y programas para concienciar a la sociedad, especialmente en los jóvenes, un colectivo en el que «es alarmante» la tendencia a la violencia machista que presentan.

Precisamente los chicos que han participado en los talleres celebrados han sido los encargados de exponer las conclusiones y, entre otros mensajes, han alertado de los peligros de la red, de los «micromachismos» que se producen en el día a día, a través de comportamientos cotidianos o en el lenguaje, y de las letras de las canciones que reproducen sexismos.