ALFILERITOS

LA FERIA Y LA CUMBRE

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Como Castilla-La Mancha es propietaria del mayor viñedo a nivel mundial, pues nada de extraño tiene que en esta autonomía se lleve a cabo actos y movimientos tendentes a elevar la calidad de nuestros vinos. Cada dos años se celebra en Ciudad Real la Feria Nacional del Vino (Fenavin). También, durante el anterior gobierno de María Dolores de Cospedal, se estableció en Toledo la denominada Cumbre del Vino, que ahora va a eliminar el PSOE, según comunica el portavoz del Ejecutivo regional, Nacho Hernando, debido a que en la última edición se quedaron facturas sin pagar de este evento de carácter internacional, que congregó a bodegueros y profesionales del sector vitivinícola.

La exconsejera de Agricultura durante el mandato del PP, María Luisa Soriano, que tuvo mucho que ver con la cumbre del Vino, dice que es «rotundamente falso» que se dejaran facturas sin pagar.

Y ya estamos con lo de siempre: un partido denuncia al otro, el denunciado a su vez acusa al denunciador como irresponsable y la pelota va de un lado a otro sin que podamos aclarar quién de los dos tiene la razón en sus proclamas. Tema este que se repite cuando una acción política abandona un gobierno del tipo que sea y quien la sustituye, de signo contrario, empieza descalificando la labor anterior.

Pero volviendo al principio, como nadie discute que en Catilla-La Mancha se encuentra el mayor número de hectáreas a nivel mundial dedicadas al viñedo, pues perfectamente pueden concurrir, en años alternos, la Feria Nacional del Vino de Ciudad Real y la Cumbre del Vino de Toledo, porque de lo que se trata, si no me equivoco, es de promocionar los vinos y bodegas de nuestra región.

En cuanto a las facturas de la cumbre, pagadas o no, es cuestión de confianza en el portavoz o en la exconsejera, ya que no poseemos los datos económicos reales que nos adviertan quién de los dos se equivoca, pues en esta confrontación tan solo la verdad estará de parte de uno.

Y si aparte de estos dos certámenes, que sirven para dar brillo y esplendor a los vinos de nuestra querida tierra, se celebrara otro más, pues no pasa nada, porque el nuevo también serviría para enaltecer la calidad de unos viñedos y su producción, que tienen mucho que ver con la situación económica del campo castellano-manchego.

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