Tradición del 25 de julio

El Carpio de Tajo vibra con sus inmortales carreras de caballos

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En El Carpio de Tajo no hay 25 de julio sin carreras de caballos enjaezados. Así lleva siendo, al menos, desde hace 400 años, como recogen los primeros estatutos de la Hermandad de Santiago, en cuyo honor se celebran las fiestas patronales la última semana de julio.

Estas carreras de caballos siguen un ritual que perfectamente conocen los carpeños, pero no así el resto. Según la web del Ayuntamiento, las carreras se repiten tres veces a lo largo del día. Primero corre el Hermano Mayor, solo y portando el estandarte. Luego van las parejas, de una en una, los jinetes deben demostrar su arte ecuestre abrazándose por el hombro. Se trata de que los caballos vayan lo más parejo y rápido posible.

Hasta que una pareja no llega al final no comienza a salir la otra. Cuando se juntan todas, vuelven al punto de origen a paso lento para empezar una nueva serie y así hasta tres veces.

El ritual abarca también la ornamentación y el adorno de caballos y jinetes. Los caballos van ricamente adornados con lazos y escarapelas. Los jinetes visten con chaquetilla de color negro y galón dorado, pantalón ajustado con polainas blancas bordadas y bota negra de montar.

La primera carrera se realiza a las 10.00 de la mañana, siguiendo un ritual que se repite posteriormente: primero aparecen unos músicos que, a ritmo de clarinete y caja, interpretan una vieja melodía conocida como «la música de los caballos»; les sigue el hermano mayor con el estandarte, y detrás van siguiéndole las parejas de caballistas. Todos ellos dan tres vueltas a la plaza antes de empezar a competir.

Tras las primeras carreras hay una procesión en la que se porta la imagen del patrón Santiago Matamoros y se oficia una misa solemne. Después de la misa, los miembros de la Hermandad eligen al que será su Hermano Mayor para el próximo año.

Las segundas carreras comienzan a la 13.00 horas siguiendo el mismo ritual, a excepción de la procesión y misa. Luego se organiza un refrigerio para los presentes y por la tarde (a las 19.00 horas) se organiza la tercera carrera, que se conoce como «correr los gansos», consistente en capturar la cabeza de estas aves desde el caballo. Se colocan dos palos altos en el centro de la plaza, a una altura de unos seis metros y se unen por una cuerda gruesa donde se atan por las patas los gansos.

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