Cospedal agradece a los enólogos su «arte para hacer el mejor vino»

La presidenta regional, María Dolores de Cospedal, agradeció ayer a los enólogos su trabajo, que ha calificado como un «arte» para hacer «el mejor vino» en Castilla-La Mancha.

Cospedal, que recibió ayer en Toledo el diploma que le acredita como colegiada de honor del Colegio Oficial de Enólogos, se compromete a «cuidar» a sus «magníficos» profesionales, «colaboradores imprescindibles» para lograr que «cuando se hable de los vinos de Castilla-La Mancha, automáticamente se piense en buenos vinos».

Según la presidenta, el reto al que se enfrenta el sector en la región es el de «que la calidad sea el distintivo del vino de Castilla-La Mancha. Cospedal recordó que la mitad de las exportaciones de España corresponden a vino de Castilla-La Mancha y que en la región hay 400.000 hectáreas de viña, más de 90.000 explotaciones, nueve denominaciones de origen y ocho pagos vitícolas.

«Tenemos todo lo que pudiéramos desear», dijo.

En este sentido, Cospedal apostó por seguir trabajando para incrementar no solo el volumen, también el valor de esas exportaciones porque «tenemos los mejores vinos blancos, tintos, rosados y espumosos que puedan existir en el mercado». Lo cual es gracias, además de por la excelente calidad de la tierra y el trabajo de los agricultores, «en una parte importante», a los enólogos.

Por su parte, el decano del Colegio Oficial de Enólogos de Castilla-La Mancha, Miguel Ruecas, puso la institución a disposición del Gobierno regional para «trabajar juntos» en la divulgación de «las bondades del vino» y reivindicar su cultura.

Ruecas aseguró que la reestructuración del viñedo o las ayudas a las mejores de las instalaciones han provocado que «nuestros vinos estén a la altura de los mejores» del mundo.

Diploma a la presidenta

El decano entregó a Cospedal el diploma acreditativo de su nombramiento como colegiada de honor, aprobado por unanimidad en la asamblea del colegio celebrada el 20 de marzo.

Mientras, Cospedal agradeció el nombramiento y reconoció que «es un honor haber contribuido e impulsado que en Castilla tengamos el primer colegio oficial de enólogos de España».