Albacete se vuelca con los heridos

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«Los profesionales del hospital tuvieron una actuación ejemplar», resalta un médico de Urgencias

En el hospital de Albacete, el lunes 26 de enero de 2015 no fue un día como otro cualquiera. La noticia corrió como la pólvora: el accidente de un F16 en la Base Aérea de Los Llanos había causado una catástrofe. «El servicio de Urgencias ya llevaba una mañana de mucha gente», comenta a un médico del hospital que estaba trabajando a la hora que ocurrió el accidente, poco después de las tres y media de la tarde. «Había más gente de lo habitual y en los pasillos, el trasiego de profesionales, enfermos y familiares era constante, recuerda.

Hacia las cuatro de la tarde comenzaron a llegar los primeros heridos al centro sanitario.

«En todo momento los profesionales del hospital tuvieron una actuación ejemplar», señala con orgullo la misma fuente. «A las cinco de la tarde, cada paciente estaba en su sitio: en Trauma y Quirófanos, los afectados con politraumas; en la UCI o en la RAE, los cinco grandes quemados».

«Todos los compañeros bajaron a ayudar, residentes, adjuntos..., vinieron hasta de sus casas», recalca el facultativo. «Ya de por sí las urgencias de los lunes siempre son muy duras, las de enero más, y la de ayer, imagínate, fue una jornada muy, pero que muy intensa», espeta.

Una enfermera que se encontraba en Urgencias describe con gran entusiasmo lo que vivió el lunes. «Fue muy duro y que no lo olvidaré jamás… sobre todo cómo comenzaron a llegar médicos que no tenían que trabajar. Se habían enterado por los medios de comunicación de lo que había ocurrido y querían ayudar».

En este hospital, dos militares franceses permanecían ayer estables dentro de la gravedad, mientras que cinco italianos continuaban ingresados en el centro hospitalario de Hellín, a la espera de recibir el alta tras una nueva revisión de sus lesiones.

Intoxicados por hidracina

La jornada de ayer en el hospital de Albacete fue menos estresante. No obstante, el personal tuvo que atender a otros ocho soldados que presentaban síntomas de intoxicación por hidracina, el combustible tóxico de los aviones de combate F-16 implicados en el accidente. A los militares, que llegaron con irritación en los ojos, se les realizó analíticas seriadas.

Los síntomas de intoxicación por hidracina a corto plazo pueden ser irritación de los ojos, nariz y garganta, mareos, dolor de cabeza y nauseas. La exposición aguda también puede dañar el hígado, riñones y el sistema nervioso nervioso central.

Fueron atendidos por el personal que ayer recibió los halagos del consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, quien también trasladó el pésame a las familias de las víctimas mortales del accidente aéreo de Albacete. «Nos sentimos muy próximos a ellos y profundamente dolidos por este tremendo accidente que ha ocurrido en nuestra tierra», señaló ayer durante la presentación de una guía para profesionales sanitarios.

Destacó «el orgullo» que sentía, a la vez que su agradecimiento, hacia los profesionales que han trabajado durante estas «intensas» horas, así como el valor y la actitud de los trabajadores que voluntariamente se pusieron a disposición del hospital tras el accidente.

En su opinión, se trata de una prueba de «profesionalidad, vocación, solidaridad y enorme capacitación de estos profesionales» así como de la sanidad castellano-manchega «en un momento especialmente difícil, con picos de trabajo por la gripe». «Contamos con una gran sanidad, capaz de responder a los ciudadanos ante una emergencias además del día a día, y este es uno de los elementos de cohesión de nuestra sociedad que debemos mantener», subrayó.

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