jorge fernández díaz
El maridaje más peligroso
Aunque se negaba a cambiar Puerta de Hierro por La Habana, como le pedían sus nuevos acólitos (casi todos ellos eran renegados del Partido Comunista), Perón permitía que nacionalismo y marxismo –eternos rivales en el Viejo Continente– se mezclaran naturalmente en las venas de las nuevas generaciones latinoamericanas