Los mejores videojuegos de la II Guerra Mundial

Con motivo de los 75 años del fin del mayor conflicto armado de todos los tiempos repasamos una selección de algunas propuestas interesantes surgidas en el seno de la industria y que ha aprovechado la imaginería colectiva sobre ejércitos y el desprecio por los nazis

Captura del videojuego «Call of Duty: WWII» ACTIVISION

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La industria del videojuego, que mueve más dinero que el cine y la música juntos, ha evolucionado hacia un entorno más maduro y con historias imbricadas que superan, en muchas ocasiones, la complejidad de los guiones cinematográficos de Hollywood. Secuencias espectaculares, giros inesperados, una gran profundidad de los personajes y tramas muy trabajadas se han podido ver en los últimos años, alejándose así del estigma que todavía arrastra esta forma de entretenimiento.

De igual manera que hiciera el cine o la literatura, la II Guerra Mundial ha inspirado numerosas propuestas. La imaginería colectiva se ha encargado de asentar mitos y elementos del mayor conflicto armado de la Historia. También el mundo del videojuego está plagado de obras en la que el desprecio por los nazis se ha visto reflejado en aventuras, algunas con un mayor latigazo de fidelidad histórica, en la que los jugadores han podido embarcarse en batallas que dejaron una factura imposible de olvidar: 75 millones de muertos entre civiles y militares.

Los videojuegos ambientados en la II Guerra Mundial experimentaron un «boom» en la primera década del milenio. Pese a todo, cada año aparecen títulos relacionados directa o indirectamente con batallas históricas entre Aliados y el Eje, y especialmente contra los nazis. En sus momentos más gloriosos, en torno al año 2005, se presentaron unas cincuenta propuestas coincidiendo con emblemáticas sagas como « Call of Duty » que tomaron el testigo de la emblemática « Medal of Honor ». Pero todo tuvo un principio. Muchos de ellos han sido meras excusas mientras se deslizaban enemigos y armamento más moderno.

Un conflicto alternativo

Uno de los primeros títulos que acudió a la II Guerra Mundial como contexto lúdico interactivo fue la saga «Wolfenstein». Pero a su forma. A lo largo de sus lanzamientos se ha intentado mantener su estilo y, por supuesto, su original planteamiento: relata una historia paralela en la que los nazis fueron los ganadores del conflicto. Violencia, disparos en primera persona y un mundo que cruza elementos vanguardistas compuesto por máquinas y armamento futurista se embarca en una aventura en la que el protagonista por antonomasia, BJ Blazkowicz , vive entre sugerencias mentales y reflexiones internas, a veces, es cierto, con mucho sentido del humor. Una de sus últimas entregas fue en 2019, «Wolfenstein: Youngblood», que recoge las peripecias de las dos hijas del protagonistas y estaba más centrado en un entorno multijugador online. En 2014, con la llegada de «Wolfenstein: The New Order», se avanzó en algunas mecánicas y un nivel gráfico más realista que ha continuado con algunas continuaciones como «The New Colossus».

En sus inicios aunque con cambios futuristas

La saga Call of Duty ha experimentado un profundo cambio tanto de estilo como de ambientación. En sus inicios, en 2003, acudieron a los conflictos clásicos como reclamo para los jugadores. Aunque ha ido variando de temática y épocas, la serie de Activision ha venido tocando la II Guerra Mundial en otras ocasiones. Una de ellas más o menos recientemente, en 2017. «Call of Duty: WWII» representó batallas europeas rompiendo con el futurismo de sus anteriores entregas pero no tuvo el éxito esperado.

La campaña recogió la ocupación de Francia, la ocupación de Bélgica y el cruce desde el río Rin hasta Alemania. La trama abarca desde entre 1944 y 1945, aunque también aparecían otros eventos ocurridos entre 1940 y 1944 para entender a los personajes, dos soldados de la 1.ª División de Infantería: el soldado de 19 años de primera clase, Ronald Red Daniels y su mejor amigo Robert Zussman. En el transcurso del juego se pasea por la playa de Omaha, el mitificado Desembarco de Normandía, la Operación Cobra por la que se tuvieron que abrir paso sobre fuerzas alemanas o la fría y terrible Batalla de las Ardenas . Todo, por supuesto, con ciertas licencias históricas.

En sus dos primeras entregas unos años antes, Call of Duty representó campañas soviéticas y estadounidenses. En sus orígenes retrató la aventura de un soldado raso llamado Joey Martin, miembro del 506º Regimiento de Infantería paracaidista. Se ambientaba en 1942 cuando todavía la guerra no había empezado a ver una luz de esperanza. El título también presentaba una campaña inglesa a manos del sargento Jack Evans y una unidad de la 6.ª División Aerotransportada en el año 1944. En la continuación, «Call of Duty 2», se reproducen unos escenarios de Rusia en la época invernal donde muchos alemanes murieron a causa del extremo frío, mientras que años después, en 2008, apareció «World at War» que se inspiraba en la campaña en el Pacífico.

Un campo de batalla impresionante

Otra serie que apostó fuerte, al menos desde el principio, por este conflicto armado fue Battlefield, que debutó en 2002 con «Battlefield 1942». Reconstruye las batallas más importantes de la II Guerra Mundial en una recreación virtual tridimensional en la que el jugador puede sumergirse como soldado a pie o en vehículo en alguno de los dos bandos. Fue muy novedoso para la época porque entre otras permitía manejar diversos tipos de vehículos y sus mapas basados en orografía real. Una ambientación que le acompañó durante varios títulos posteriores, aunque durante muchos años se ha centrado en otras guerras más contemporáneas y ficticias hasta que en 2018 llegó «Battlefield V», título en el que se insertan historias de guerra desde diferentes ángulos de visión durante el conflicto contra los nazis.

Con honor y con un francotirador

«Medal of Honor» fue la propuesta que inspiró al superventas «Call of Duty». Simulaba algunos de los combates más trascendentales de la campaña estadounidense durante la invasión de Europa y el norte de África en la Segunda Guerra Mundial. Debutó en 1999 y le han sucedido varios títulos hasta 2012. Recreaba con gran fidelidad las armas empleadas. Uno de los más interesantes fue « Medal of Honor: Allied Assault» , en 2002, que engloba una gran variedad de misiones, que van desde Argelia, Noruega, Francia hasta la Alemania nazi.

Más centrado en la técnica, la serie Sniper Elite encarna a un experto tirador. A lo largo de sus cuatro entregas se ha podido disfrutar de un francotirador del bando aliado, Karl Fairburne, en distintos escenarios como la batalla de Berlín o el frente del norte de África. Desde una perspectiva de tercera persona, los jugadores deben reconocer el terreno para encontrar el puesto más seguro para apretar el gatillo de una manera sigilosa. Es necesario mezclar puntería y táctica. La serie se ha caracterizado por mostrar unos rayos X para vislumbrar el efecto de los disparos en el cuerpo de los enemigos.

Una larga historia de nazis

A lo largo de la historia de la industria han venido apareciendo cada ciertos momentos títulos inspirados en este contexto bélico, que cumple 75 años de su final . Por ejemplo, «Luftwaffe», en la que se centraba en 1991 en la fuerza aérea alemana. La jugabilidad, sencilla, consiste en derribar objetos para puntuar. Es divertido porque, con todo, se añaden uniformes y demás objetos del régimen. «Commandos» también apostó por la Segunda Guerra Mundial . En «Commandos: Behind Enemy Lines», lanzado en 1998, tiene una perspectiva isométrica y consiste en sabotear y asesinar a las posiciones nazis para obtener información o rescatar a prisioneros de guerra. Basados en comandos especiales que de verdad lucharon en este conflicto bélico, cada unidad tiene su propio conjunto de habilidades (explosivos y francotiradores), y aquí el jugador debe elaborar estrategias en su plan anti-nazi.

«Company of Heroes» también ha sido otra propuesta impregnada del atrayente mundo de las trincheras y los carros de combate. «Red Orchestra 2: Heroes of Stalingrad», por su parte, apostó en su momento por el realismo en el combate y el multijugador. Otros lanzamientos antiguos fueron «Silent Hunter III», basado en hechos históricos acaecidos en el Atlántico Norte, con lo que las batallas navales fueron su principal baza. Con la excusa de la Segunda Guerra Mundial, «The Saboteur» proponía una acción en tercera persona con Francia como principal localización, pero el resultado fue una verdadera tragedia, al contrario que «Brothers in Arms: Hells Highway», cuya recepción fue bastante buena. Realista y utilizando mapas originales de Normandía, el campo de batalla en esta aventura de acción táctica en primera persona trasladaba a los jugadores a una Holanda que intentaba recrear la Operación Market Garden, una de las operaciones más grandes de la historia, así como «Enemy Front», otro interesante juego de disparos en primera persona temático de esta guerra mundial aunque de jugabilidad más convencional.

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