La estética de las máquinas es buena, aunque los gráficos algo caricaturescos
La estética de las máquinas es buena, aunque los gráficos algo caricaturescos - abc
Análisis

«Construction simulator 2015»: buenos cimientos, pero sin pulir

A pesar de recrear de forma excelente los vehículos, lo monótono de sus misiones y sus múltiples errores hacen que este simulado parezca estar a «medio construir»

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Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido atraídos por la fiebre del «manitas». Esta nos suele llevar a hacer alguna locura como una «chapucilla» en el jardín o intentar montar con nuestras propias manos una estantería de «IKEA».

Sin embargo, gracias al estudio «Weltenbauer» y a la editora alemana «Astragon» ya no será necesario que pongamos en riesgo nuestra integridad física y la del resto de personas que nos rodean para sentirnos como un constructor. Todo ello, gracias a «Construction Simulator 2015», su nuevo simulador para PC y Mac que nos permitirá convertirnos en unos constructores expertos y profesionales sin movernos de nuestro ordenador.

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Responsable también de otros curiosos títulos como « Untertagebau simulator» (en el que el protagonista encarna a un minero) o « Zirkus simulator» (en el que el usuario toma las riendas de un circo), «Astragon» nos trae en este caso este llamativo emulador basado en el anterior título de la saga -«Construction Simulator 2014», para dispositivos móviles-.

Un simpático videojuego que, aunque tiene de su parte la curiosidad del comprador y una lista muy completa de impresionantes máquinas pesadas, parece haberse quedado «a medio construir», pues su cantidad de pequeños fallos y monótonas misiones pueden acabar por desesperar a aquellos que no sean unos incondicionales de la excavadora y la apisonadora de rodillo.

Una buena idea…

El sistema de juego es una de las virtudes de «Construction Simulator 2015». Y es que, este videojuego permite al usuario ponerse en la piel de un obrero novato que acaba de llegar a una ciudad y debe conseguir que su pequeña empresa de apenas tres vehículos se convierta en toda una potencia del ladrillo. Para ello, comenzaremos realizando pequeños encargos como cavar zanjas, comprar material de construcción o transportar contenedores de obra de un lugar a otro del mapa (el cual, por cierto, ofrece total libertad de movimientos).

La cantidad de vehículos que podremos utilizar para llevar a cabo nuestras tareas será, en principio, limitado (apenas un pequeño camión de plataforma, un remolque, una excavadora y un camión para portar contenedores). No obstante, estos pueden ser suficiente para entretener durante horas al usuario (especialmente a aquel que no esté acostumbrado a los simuladores). La razón es sencilla: en «Construction Simulator 2015» no existen atajos, todo debe hacerse a «mano» y como si estuviésemos a pie de obra y en la vida real.

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Así pues, si tenemos que llevar una máquina excavadora hasta la obra de la persona que nos contrate, primero deberemos sacar del aparcamiento nuestro camión, enganchar después el remolque para transportar el vehículo (algo que no es tan sencillo como parece), estabilizarlo para evitar caídas inoportunas y, por último, subir con sumo cuidado la máquina a él.

Todo ello, antes de conducir con cautela y sorteando las zonas de tráfico para evitar desgracias inoportunas y algún vuelco inesperado. ¡Y eso solo para mover la maquinaria hasta la zona de trabajo! Este sistema consigue que hacer tareas cotidianas sean todo un reto, pues tomar una curva mal puede arruinar el trabajo de todo un «encargo».

Otro de los puntos a favor de este simulador es la quincena de vehículos que pone a nuestra disposición, todos ellos diseñados basándose en los reales. Mención aparte merece el que la maquinaria cuente con las licencias oficiales de marcas dcomo MAN o Still, por poner solo dos ejemplos. Lo mismo sucede con su manejo, difícil en primera instancia pero realista hasta la médula y que hará que pequeños trabajos como cavar una zanja para meter unas tuberías llegue a ser arduo para un novato. Pero, al fin y al cabo, es «como la vida misma». Podéis imaginar lo que es tratar de colocar unas vigas en un edificio con una «torre grúa» de varios pisos…

…dejada a medias

Hasta aquí llega la parte más llamativa del juego, el cual parece haber sido dejado a medias por los desarrolladores. El nivel de descuido con los detalles comienza con la banda sonora, la cual es inexistente y únicamente se basa en los sonidos –muy realistas, eso sí- que realizan las máquinas que nos encontramos a nuestro alrededor. En este sentido el doblaje no es mucho mejor, ya que se basa en subtítulos (pues los personajes carecen de voces que podamos escuchar) y presenta algunos fallos en determinados momentos.

Algo parecido sucede con los gráficos, los cuales (aunque destacables) son algo caricaturescos. Este detalle se nota especialmente cuando seleccionamos la cámara que se halla dentro de los vehículos, la cual nos muestra un entorno totalmente artificial. Con todo, se agradece la capacidad para acomodarlos a nuestro sistema, algo que permite pasar un buen rato a los mandos de una hormigonera o una carretilla elevadora sin disponer de un ordenador último modelo.

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Por otro lado, el juego parece centrarse únicamente en el aspecto de simulación de los trabajos en sí, dejando de lado otros elementos que, aunque de menor importancia, han sido poco cuidados. Uno de ellos es que, pase lo que pase, los vehículos no se dañan, por lo que da exactamente igual que choques frontalmente con tu gigantesco camión contra un turismo, pues no le harás ni un rasguño.

El tráfico da nuevamente la impresión de ser totalmente falso, pues apenas interactúa con nosotros. Lo mismo sucede con los peatones, a los que podrás atropellar y reatropellar sólo para darte cuenta de que les atraviesas. Es, en definitiva, un mundo artificial ideado con una función meramente estética.

Los accidentes sucedidos con maquinaria pesada (factibles en trabajos de este tipo) tampoco destacan por su realismo. De hecho, si por un casual tu excavadora vuelca, la CPU la pondrá nuevamente en posición vertical en pocos segundos. Nuevamente, un detalle que parece olvidado por falta de tiempo.

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Tampoco está demasiado lograda la velocidad, la cual parece algo exagerada. Y es que, si conducimos a 80 kilómetros por hora a través de la carretea, dará la impresión de que tenemos en nuestras manos un Fórmula 1. Un detalle que puede ser apreciado por muchos pero que, en definitiva, debería contar con un mejor acabado al ser éste un simulador.

Finalmente, otro punto negativo son las diferentes misiones que se nos plantean, las cuales pueden llegar a ser repetitivas una vez que hemos jugado varias veces. Con todo, para eso tendrán que pasar muchas horas, pues hacerse con los mandos de las máquinas es, en principio, una tarea complicada. A su vez, su modo multijugador te permitirá también dar cierto aire fresco a «Construction Simulator 2015».

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