Las tres medidas clave para mejorar los servicios de cuidados paliativos en España
Carlos Centeno, director de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra, explica qué políticas mejorarían la situación en cinco años
Este lunes se presentó en la Universidad de Navarra un informe que sitúa a España al mismo nivel que Rumanía en servicios de cuidados paliativos. Los españoles cuentan con los mismos equipos especializados en esta materia que hace ocho años : por cada 100.000 habitantes hay 0,6 unidades centradas en el acompañamiento y el alivio de dolor de los enfermos terminales.
Para solucionar la situación española en la Unión Europea y acercarse a los países líderes en el tratamiento de los cuidados paliativos, Carlos Centeno -coordinador de la investigación- propone tres medidas que, de aplicarse, mejorarían la situación en cinco años.
El investigador principal del programa ATLANTES de cuidados paliativos del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) y director de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra recomienda a las universidades que en todas las facultades de medicina haya una asignatura obligatoria sobre cuidados paliativos .
«En España solo el 50% de las facultades de Medicina y entorno al 60% de las facultades de Enfermería enseña obligatoriamente cuidados paliativos a sus estudiantes ya sea en una asignatura propia específica o dentro de una materia», señala Eduardo Garralda, coautor del Atlas .
Además, el experto también habilitaría un proceso de certificación de los profesionales dedicados a los cuidados paliativos, ya que «los médicos especializados no están reconocidos y tienen muy pocas salidas y una situación muy precaria».
España es el único país de Europa occidental que no tiene un reconocimiento oficial para los médicos especializados en cuidados paliativos. En palabras de Centeno, esto provoca una «situación muy precaria» para los profesionales centrados en estos servicios, lo que los hace «poco atractivos».
Por último, establecería un equipo de soporte -compuesto por una enfermera, un médico y un psicólogo- en cada hospital universitario para atender los casos.
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