La temperatura es un factor clave del tamaño del caparazón de las tortugas

Un estudio apunta los animales más grandes suele habitar en los climas más cálidos y las más pequeñas en los fríos

ABC

EFE

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han descubierto que las especies de tortuga con mayor longitud del caparazón se dan en las latitudes más cálidas del planeta , lo que consideran «vital para entender las posibles consecuencias del cambio climático sobre estos animales».

El estudio, e impulsado por la Universidad Federal de Goiás (Brasil), tenía como objetivo principal examinar a escala global la variación geográfica del tamaño de las tortugas terrestres y galápagos -tortugas acuáticas de agua dulce-.

Según el profesor Miguel Angel Olalla, uno de los autores del trabajo, el tamaño corporal de las tortugas es «un atributo biológico clave» , asociado con aspectos como el uso del hábitat, el área geográfica, la madurez sexual o incluso el riesgo de extinción.

Los investigadores recalcan que, mientras en mamíferos y aves las especies más grandes suelen encontrarse en latitudes altas , este patrón «no ha sido bien documentado para organismos ectotermos como los reptiles o los anfibios, cuya temperatura corporal depende principalmente de fuentes de calor externas».

«Existen evidencias de que el tamaño corporal de las especies se ve alterado en función de la variación del clima », señala el estudio que ha evaluado «una serie de hipótesis que explicarían dicha variación», contando para ello con expertos mundiales en tortugas como John B. Iverson.

Métodos estadísticos

Durante la investigación, recopilaron información de todos los continentes sobre la distribución geográfica, el parentesco evolutivo y la longitud del caparazón para un total de 235 especies de tortugas , destaca la URJC en una nota.

«Hemos estudiado la relación entre tamaño corporal y una serie de variables ambientales, incluyendo clima actual y pasado e impactos humanos, utilizando métodos estadísticos que consideran las relaciones de parentesco entre especies y la distribución espacial de los datos», añade el profesor.

La temperatura actual ha sido «el único factor que se ha correlacionado positivamente y de forma significativa con la variación geográfica del tamaño corporal», lo que concuerda con la hipótesis del balance térmico propuesta hace varios años por él para explicar los patrones de variación del tamaño.

Dependencia geográfica

«Aunque los reptiles y anfibios dependen de fuentes de calor externas para estar activos, muchos de ellos son capaces de emplear comportamientos termorreguladores para mantener su temperatura corporal más o menos estable, como es el caso de las tortugas, que toman el sol para alcanzar temperaturas apropiadas», agrega Olalla.

Los resultados muestran que las tortugas más pequeñas se asocian por lo general a ambientes más fríos , mientras las grandes habitan latitudes cálidas.

«La supervivencia de las especies más grandes en climas fríos estaría limitada por las dificultades para 'asolearse' y alcanzar temperaturas que les permitieran estar activas en zonas con menor número de horas de sol al día», concluye el investigador.

Esta investigación puede resultar fundamental para conocer cómo las diferentes especies de tortugas responden al clima actual , además de ofrecer datos relevantes para comprender posibles extinciones y la redistribución global de la biodiversidad en un contexto de calentamiento global.

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