África

La sequía en el Sur de África como aviso al resto del mundo

En algunas regiones de Sudáfrica no ha llovido en cinco años y hay aldeas que llevan tres meses sin agua

Imagen de archivo REUTERS

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Abrir el grifo y que no caiga ni una gota de agua. Vivir con menos de 10 litros al día para la higiene personal, cocinar, limpiar la casa. Esta es la cruda realidad a la que se enfrentan muchos africanos a día de hoy, pero el riesgo es global. El cambio climático y el calentamiento global amenazan la vida de millones de personas en todo el mundo.

El sur de África es históricamente un área con alto riesgo de sequías por factores meteorológicos, sociales y demográficos. Su clima se caracteriza por fuertes patrones estacionales de lluvia: la mayoría de las precipitaciones anuales se producen desde principios de noviembre hasta marzo, formando lo que se considera la estación lluviosa. Sin embargo, el retraso en la llegada de las precipitaciones y su escasez, así como otros fenómenos como El Niño , han alterado esto ciclos causando estragos en distintas zona con resultados que en ocasiones han devenido devastadores. En algunas zonas de Sudáfrica, por ejemplo, no ha llovido en cinco años . «Sudáfrica es una región donde esperamos más sequías a medida que el planeta se calienta, lo que indica la necesidad de una mejor gestión del riesgo», explica la experta Friederike Otto, subdirectora del Instituto de Cambio Ambiental de la Oxford Martin School. «El déficit de lluvia acumulada en tres años que estamos experimentando actualmente se ha convertido en un escenario 5 veces más probable debido al calentamiento global. Es la conclusión de nuestros análisis preliminares», apunta el profesor Mark New, Vicerrector de Cambio Climático de la Iniciativa Africana de Clima y Desarrollo de la Universidad de Ciudad del Cabo. «La provincia Cabo Occidental (capital Ciudad del Cabo) siempre ha tenido años con más precipitaciones y otros más secos, y esta alternancia ocurre independientemente del calentamiento global, sin embargo, dicha variabilidad se ve ahora afectada por éste, y el riesgo de sequía se estima se multiplique por 7 al ritmo de calentamiento actual» concluye el profesor New.

Consecuencias la sequía

Cuando la excepción se impone y la sequía pasa a ser «lo normal», cambian inevitablemente los hábitos y la vida de las personas hasta el punto de forzarles a abandonar su hogar y su profesión. Muchos granjeros han tenido que vender su ganado al no poder darles de comer porque la tierra no produce el alimento que precisan. Esto está teniendo un impacto negativo en la economía sudafricana , que no pasa por su mejor momento. Para la Asociación Africana de Agricultores de Sudáfrica (Afasa), la nación arcoíris es actualmente « una zona de desastre debido a la sequía » que azota la región desde octubre de 2018. Este gremio pide a la administración de Cyril Rampahosa que declare la sequía como desastre nacional y que apoye a los agricultores en las provincias más afectadas.

Por su parte, el gobierno ha restringido el uso del agua y se ha propuesto mejorar la infraestructura de suministro como parte de un plan de emergencia para combatir la estación más seca que se recuerda. Sin embargo, según los expertos estas medidas son insuficientes y llegan tarde.

La peor sequía regional en casi 40 años ha disparado la tasa de hambruna en países como Zimbabue , donde cerca de la mitad de su población de 14 millones carecen de acceso al sustento necesario, según el gobierno. «Este año tenemos más zimbabuenses hambrientos que nunca», apunta Eddie Rowe, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Zimbabue. Además, la crisis del agua también ha generado temores de un brote de cólera en áreas donde los residentes han estado sin agua durante tres meses .

La situación se ve agravada por las inundaciones inducidas por ciclones a principios de este año , como el Idai , y por el colapso económico. Hace apenas un mes el presidente zimbabuense, Emmerson Mnangagwa, reconoció que la economía del país está "muerta”. En la vecina Namibia se declaró el estado de emergencia en mayo de 2019.

Riesgo global

A pesar de que África es una de las regiones del planeta más vulnerables al cambio climático, el riesgo es global. «En muchas partes del mundo vemos que el cambio climático afecta a los patrones de lluvia habituales de la misma manera que sucede en el Cabo Occidental de Sudáfrica. Este impacto puede conducir a patrones climáticos más extremos e intensos, como esta sequía prolongada , pero también puede aumentar su frecuencia y severidad», dice la experta Friederike Otto. A estos cambios se suman otras tendencias como son el crecimiento de la población y su concentración en áreas urbanas más reducidas, así como determinadas políticas y prácticas de gestión de los recursos existentes que también tienen incidencia en la crisis climática, superponiendo sus efectos a los propios de la sequía.

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