Los padres que sospechen que sus progenitores están siendo víctimas de un caso de pedofilia, acuden a la policía, la cual comprueba si el presunto acusado se encuentra en una lista de pedófilos
Los padres que sospechen que sus progenitores están siendo víctimas de un caso de pedofilia, acuden a la policía, la cual comprueba si el presunto acusado se encuentra en una lista de pedófilos - BRIAN A JACKSON/ISTOCK

El registro de pedófilos en Portugal acumula 5.618 nombres en menos de un año

Esta medida fue una de las últimas en ser aprobadas en el país por el anterior Gobierno de Passos Coelho

Lisboa Actualizado: Guardar
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El polémico registro de pedófilos creado en Portugal cumple nueve meses y acumula ya una cantidad de 5.618 personas con antecedentes sexuales en este tipo de delitos. Una cantidad que sorprende a las propias autoridades del país vecino.

La medida se convirtió en una de las últimas adoptadas por el anterior Gobierno, liderado por el conservador Pedro Passos Coelho, solo unas semanas antes de caer víctima de una moción de censura en vísperas de la pasada Navidad y de que tomara el relevo el actual Ejecutivo socialista de António Costa, sustentado por la izquierda radical.

Esta es la explicación de que algunos expertos próximos al PS hayan alzado su voz contra esta ley al poner en la picota su eficacia.

Pero lo cierto es que se ha revelado como un instrumento útil en la lucha contra estos crímenes.

Procedimiento

Los padres que acuden a la policía por tener sospechas de que sus hijos sufren abusos sexuales pueden preguntar a los agentes si tal o cuál individuo está incluido en la lista y si vive en la zona.

Sin embargo, no se les permite acceder a su identidad ni averiguar qué infracción concreta han cometido, con el fin de garantizar la privacidad de los menores en cuestión. Tampoco conocer dónde se ubica el domicilio de los acusados, para evitar que alguien caiga en la tentación de tomarse la justicia por su mano.

De esta forma, las autoridades tienen la facultad de decidir si el recelo expresado por los padres se corresponde con la realidad, aunque en ningún caso les comunicarán si los señalados figuran en el registro por una falta leve o por un delito superior.

Con posterioridad, no pueden utilizar la información que reciban en ningún contexto, del mismo modo que los policías están obligados a mantener igualmente el secreto de la consulta.

La permanencia en el registro no es duradera, pues su vigencia se circunscribe al periodo de la condena, habitualmente entre cinco y 20 años.

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