Portugal pronostica el fin de la pandemia «de aquí a cinco semanas» y elimina el pasaporte Covid en bares
Las restricciones se alivian a partir de la próxima semana, pese a que el certificado se mantendrá en la frontera con España o para entrar a residencias de mayores
El Gobierno portugués se atreve a pronosticar el «fin de la pandemia» del coronavirus de aquí a cinco semanas, es decir, cuando entre en vigor la primavera. El número de casos, que llegó a estar casi en 70.000 diarios , se ha reducido ya a menos de 20.000 y el contador no hace más que descender cada 24 horas. De manera que las medidas restrictivas se alivian ya desde el arranque de la próxima semana, la tercera de febrero, y deja de ser obligatorio exigir certificado digital con el fin de acceder a bares y restaurantes, así como a los grandes acontecimientos deportivos.
Esta era una pesadilla para los hosteleros , que veían cómo muchos potenciales clientes desistían en los (habituales) casos en que se formaban colas entre las 13.00 y las 14.30, la hora más extendida para ir a comer.
El certificado digital permanece, no obstante, a lo largo de los 1.214 kilómetros de frontera con España , una circunstancia que muchos portugueses no entienden porque los dos vecinos forman parte de la Península Ibérica y el comportamiento del virus del Covid-19 no cambia en función de límites creados por el hombre.
Esto quiere decir que pasar de Badajoz a Elvas o de Ayamonte a Castro Marim requiere la presentación del papel acreditativo, o su versión virtual, de que estamos vacunados o recuperados .
También continúa en aplicación la iniciativa si alguien quiere ingresar en una residencia de personas mayores o elige visitar a una persona infectada. La opción del teletrabajo ya no es recomendada, pero la mascarilla sigue siendo exigida en los espacios cerrados de carácter publico. Y el tope de aforo deja de existir, por ejemplo en tiendas y supermercados.
La ministra de Estado y Presidencia, Mariana Vieira da Silva, divulgó este paquete de medidas mientras se preparaba para lanzar frases acerca del punto crucial en que se encuentra la situación sanitaria: «Es un momento muy importante, un paso más hacia el regreso de la vida normal».
Pero el horizonte que el Gobierno tiene sobre la mesa es el de finales de marzo, más o menos cuando cambie la hora en toda la Unión Europea y los días se alarguen. En esas fechas, Portugal aguarda que la tasa de muertes caiga hasta las 20 por millón de habitantes, a 14 días vista. Un momento marcado como el comienzo de unos «aceptables» niveles de normalidad en relación a esta tormenta sanitaria de alcance planetario.
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