Portugal aparta al polémico juez que hizo carrera con sentencias machistas

El Tribunal de Apelación de Oporto prohíbe a Joaquim Neto de Moura dirimir casos de violencia doméstica, después de que justificara las agresiones a una mujer porque era «adúltera»

Protesta ciudadana contra la violencia machista ABC

FRANCISCO CHACÓN

El Tribunal de Apelación de Oporto ha decidido apartar al polémico juez Joaquim Neto de Moura por la alarma social que han generado en los últimos meses sendas sentencias suyas relativas a situaciones de violencia doméstica, sobre todo una en la que justificaba las agresiones a una mujer porque era «una adúltera».

La medida antecede a la celebración del «Día nacional de luto por la violencia doméstica » , decretado este 7 de marzo al otro lado de la frontera.

El magistrado se ve obligado así a dejar sus funciones habituales en este tipo de asuntos y es transferido a una sección civil que nada tiene que ver con esos casos. O sea, no resulta expulsado, pero se le relega de forma categórica.

Neto de Moura había saltado al primer plano en las dos últimas semanas porque anunció que se iba a querellar contra los políticos que lo criticaron, a lo cual Catarina Martins (líder del Bloco de Esquerda) respondió sin paliativos: «Pues va a tener que demandar a medio Portugal».

El presidente del Tribunal de Apelación de Oporto, Nuno Ataíde das Neves , argumenta que el traslado se debe a que le preocupaba «preservar la credibilidad en la justicia portuguesa», ya que la controversia no dejaba de manifestarse alrededor del magistrado y sus dictámenes.

Atentado al honor

Joaquim Neto de Moura se ha convertido en el juez más (tristemente) famoso de Portugal. Sus insólitos argumentos y su apelación a la mismísima Biblia han venido destapando un verdadero «terremoto» social: «El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre . Existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada hasta la muerte. En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte» .

Ese fallo se produjo el 11 de octubre de 2017 . Desde entonces, las reacciones no cesaron de sucederse en cascada: diversas manifestaciones de protesta, obispos que le instaron a no invocar más las Sagradas Escrituras, juristas que solicitaron su inhabilitación, asociaciones feministas en pie de guerra .

Y ya en ese momento era reincidente, pues en otro caso de violencia doméstica señaló: «Una mujer adúltera es una persona falsa, hipócrita, desleal, que miente, que finge, que engaña. Carece de legitimidad moral. No sorprende que una mujer adúltera recurra al embuste, a la farsa para esconder su deslealtad . Y eso puede pasar por acusar al marido o al compañero de malos tratos».

La división portuguesa de Amnistía Internaciona l intervino para puntualizar que las palabras del juez violaban el derecho europeo. Mucho más cuando ponía en entredicho la existencia de los ataques violentos contra la mujer en cuestión.

Tanto es así que condenó al exmarido y al examante a cumplir pena de cárcel. Pero, a continuación, el juez dejó en suspenso la aplicación de sendos castigos.

Presentación de demanda

Los hechos se produjeron en 2015. La víctima presentó su denuncia judicial en las dependencias del Tribunal de Felgueiras . Y la formalizó una vez cortadas las relaciones con el hombre con quien se había casado y con el amante posterior .

Ella recurrió a la presentación de una demanda porque sufrió diversas agresiones con un mazo. Y el segundo individuo la llegó a secuestrar, en vista de que su intención era reanudar los encuentros sexuales entre ambos.

Neto de Moura se refirió a que las citas con el amante se iniciaron mientras la mujer aún estaba casada , origen de ese inusual argumentario que provocó el estupor general. Desde el momento en que puso fin a su relación con el amante, la víctima comenzó a sentir el acoso través de insistentes mensajes de teléfono.

Lo más paradójico es que el Tribunal de Felgueiras le dio la razón, pero ella no se conformó con el dictamen judicial. Fue peor, en vista de que entró en escena el juez de la discordia fue planteó su recurso ante el Tribunal de Apelación de Oporto .

Las penas iniciales eran: un año y tres meses para el exmarido, además de pagar 1.750 euros, y un año para el antiguo amante, con 3.500 euros por daños y perjuicios.

La mujer estimaba que el tiempo de condena había de ser mayor y que tenía que percibir cantidades superiores para darse por satisfecha.

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