Agentes de la policía alemana, durante una operación
Agentes de la policía alemana, durante una operación - AFP

La policía alemana detiene a un administrador de la «Internet oscura»

En la plataforma oculta se adquirió la pistola utilizada en el tiroteo del pasado julio en Múnich

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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En la denominada «Deep Web» o «internet oscura», hay alrededor de 200.000 sitios activos. Como mínimo la mitad de esos sitios sirven para cometer delitos que los buscadores como Google no son capaces de indexar y que los fiscales tienen muy complicado perseguir porque carecen de la legislación y las herramientas legales para ello. La policía alemana, tirando de un hilo terrorista, ha llegado a uno de esos ovillos y ha detenido al administrador de la plataforma a través de la cual se vendió el arma utilizada en el tiroteo de julio pasado en un centro comercial de Múnich, en el que un joven radicalizado y leal a Daesh asesinó a nueve personas.

El detenido tiene 30 años y es de la ciudad de Karlsruhe.

La policía no ha desvelado su identidad y lo considera el administrador de una plataforma que funciona desde 2013 y que tiene más de 20.000 miembros usuarios registrados, según un comunicado de la Oficina Federal de Investigación Criminal alemana (BKA). Organizada como un foro, contaba con una sección de compra-venta en la se gestionaban numerosas operaciones comerciales ilegales, especialmente de drogas y armas.

En esa plataforma se tramitó la venta de la pistola que el alemán-iraní de 18 años utilizaría después para llevar a cabo un atentado en Múnich. A través del citado foro se podía comprar también dinero legal y documentos de identidad falsos de varios países, además de datos de tarjetas de crédito de clientes de banco ajenos y cuentas de usurarios de plataformas de compra-venta por internet, así como cuentas bancarias ficticias.

La identificación del administrador de la plataforma se produjo tras meses de investigaciones conjuntas de la Fiscalía de Fráncfort y la BKA. La policía ha registrado su apartamento y han sido incautadas numerosas pruebas en ordenadores y soportes de almacenamiento de datos, además de pequeñas cantidades de drogas y el servidor a través del cual era administrada la plataforma. Todo un éxito tras una investigación de casi un año de duración.

Seguir el rastro

Sin embargo, las pesquisas sufrieron un grave revés tres semanas después del atentado. Una vez identificado el hombre de 31 años que se había reunido en dos ocasiones con el joven alemán-iraní, primero para entregarle la pistola y después para proveerle de munición, el acusado se suicidó, por lo que la policía se encontró ante una línea de investigación muerta. Pero gracias a las huellas dejadas en la red, fue posible seguir tirando del hilo hasta llegar a la cabeza de la plataforma que el vendedor y el terrorista había utilizado para la transacción.

El caso sirve para alimentar la esperanza de muchos investigadores que pierden la pista en la red oscura y que carecen de medios para bucear en ella. A esta parte de la web se llega mediante un buscador legal llamado TOR (The Onion Router), creado en 2003 por la Marina de EEUU y que es una red de comunicación superpuesta en la que los mensajes que se intercambian los usuarios no revelan su identidad, es decir, su dirección IP (Internet Protocol), de forma que se mantiene en secreto la información que viaja por allí.

Los defensores de la red oscura recuerdan que mucho de su contenido es legal y que de ella se sirven también periodistas para contactar a sus fuentes, así como disidentes políticos para tratar de comunicarse entre ellos o reportar al extranjero lo que está sucediendo en su país. «Quienes están dentro saben que su individualización es muy difícil, aunque no imposible», han descrito fuentes de la investigación, «pero cuando investigamos personas que ofrecen venta de productos físicos, ellos necesitan en algún momento salir a la luz para entregarlos o cobrarlos. Esa es nuestra oportunidad para encontrarlos».

Los hackers como recurso

El método seguido por la policía en la internet oscura ha sido la realización de un reordenamiento de fuentes abiertas de datos, aunque no hay una metodología única para este tipo de investigaciones y es necesaria mucha creatividad, por lo que a menudo los investigadores se sirven del reclutamiento de hackers, «personas que han estado al otro lado», y a través de las que la policía aprende nuevas formas de pensar en internet.

Esta es la primera vez en que un atentado terrorista se resuelve en la red oscura, donde la policía había logrado ya algunos éxitos esporádicos, utilizando las llamadas «Honeypots», webs falsas creadas a propósito por organismos como el FBI o la CIA para cazar en el acto a quienes vayan buscando contenidos al margen de la legalidad como pornografía infantil o drogas. Así fue precisamente cómo la Justicia estadounidense logró cerrar Silk Road, el eBay de las drogas en esta «Deep Web». Pero exceptuando esos casos en el que el criminal muerde un anzuelo, la internet oscura sigue siendo casi imposible de rastrear y un lugar en el que es muy fácil entrar y no dejar pistas.

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