La pandemia no será beneficiosa para el cambio climático, según la ONU
Los gobiernos están planeando un aumento anual de un 2% a partir de 2020 del uso de combustibles fósiles
Según el último informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP), publicado este miércoles, la pandemia no tendrá consecuencias favorables para el clima ya que, tras el parón, el impulso económico previsto incrementará el consumo de combustibles fósiles y estas políticas dificultarán la realización de los objetivos estipulados por los Acuerdos de París, de 2015, de limitar la subida de temperaturas a 1,5°C.
De acuerdo con el informe, tras el frenazo de la actividad mundial, los países relanzarán la economía y pondrán en marcha políticas que tenderán a aumentar la produción de combustibles fósiles durante la próxima década. Lejos de la hoja de ruta acordada en 2015. Las consecuencias previstas por la UNEP no son optimistas porque la temperatura podría subir 3,2°C más para 2030.
Para los expertos de UNEP, la pandemia ha provocado una disminución de un 7% de las emisiones de gases con efecto invernadero, principales responsables del calentamiento global. Sin embargo, las consecuencias climáticas serán mínimas porque los gobiernos en lugar de planificar la reducción de la producción de combustibles fósiles están planeando un aumento anual de un 2% a partir de 2020.
La coautora del informe, Anne Olhoff, jefa del departamento de estrategias de la UNEP, explicó a ABC que «a pocos días del aniversario de la firma de los Acuerdos de París las emisiones siguen siendo las mismas que en 2015 y que los esfuerzos tendrían que multiplicarse por cinco para reducir en un 6% las emisiones para 2030 y conseguir que la temperatura no aumente más de 1,5°C».
«El desafío es enorme porque no se han hecho muchos esfuerzos por el cambio climático, desde la reunión en París, y necesitamos conseguir un nivel de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 25% para que el aumento de temperatura no supere 2°C en 2030 y de más de 55% si queremos que se detenga en 1,5°C en 2050», explicó Olhoff.
A pesar de que la economía mundial funciona a medio gas, 2020 quedará señalado en los registros como uno de los tres más cálidos de la historia. Incendios, huracanes y sequías se han multiplicado en todo el mundo y será necesario un giro en las políticas de recuperación prevista para que las emisiones de gases de efectos invernadero disminuyan.
«Sin embargo, hay algunos signos positivos porque 126 países ya han anunciado que reducirán sus emisiones de gases y alcanzarán el objetivo de lograr una economía climáticamente neutra en 2050. Por supuesto estas declaraciones gubernamentales no bastan por si solas pero, si todos los países pusieran en práctica este principio, se conseguiría que la temperatura no subiera más de 1,5°C», afirmó.
«Esperamos que en la próxima cumbre, organizada en los próximos días por Reino Unido para celebrar el quinto aniversario del Acuerdo de París, reafirme las intenciones de los gobiernos y que nuevos países se comprometerán a cumplir los objetivos sobre el clima antes de 2030 ». «Diez años es poco tiempo para el clima y queremos que las declaraciones de los países se traduzcan en la práctica para no retrasarnos en los compromisos», subrayó la experta.
«En el plano de la política internacional hay también señales positivas para el cambio climático porque con la llegada al poder en Estados Unidos de Joe Biden, que tiene un programa ambicioso respecto al clima, se dará un cambio de dirección y se espera que este país, que abandonó los Acuerdos de París en 2020 con Donald Trump, se incorpore de nuevo», añadió.
« Estados Unidos es el segundo emisor de gases de efecto invernadero a nivel global, justo detrás de China, y es muy importante que se incorporen a los acuerdos sobre cambio climatico porque con su retirada redujeron a la mitad las posibilidades de conseguir, en 2050, una economía climáticamente neutra», comentó Olhoff.
El informe preconiza cambios en el estilo de vida y en los comportamientos para poder llegar a alcanzar los objetivos fijados. La reducción del consumo en los sectores públicos y privados ocupan un lugar importante en la lista de recomendaciones. También, esfuerzos a nivel individual porque dos tercios de las emisiones globales de gases están relacionadas con el consumo de energía en los hogares.
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