Los hoteleros de Mallorca rechazan la obligación de servir agua gratis a sus clientes

La patronal isleña presenta en el Parlamento balear un escrito con diversas alegaciones a la futura ley de residuos del Gobierno regional

Imagen de un bar en el paseo marítimo de la playa del Arenal, en Mallorca Daniel G. López

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La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha registrado este martes en el Parlamento balear un escrito de alegaciones a varios artículos del proyecto de ley de residuos y suelos contaminados de las Islas Baleares, que actualmente está tramitando la Cámara regional. La futura ley, que será pionera en toda España, prevé reducir al máximo el uso de plásticos a partir de 2020.

Según ha avanzado el diario «Última Hora» y ha podido confirmar ABC, la citada patronal solicita qu e sean modificados un total de seis artículos , entre ellos el número 24, que en su punto sexto establece que en los establecimientos del sector de hoteles, restaurantes y cafés se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios «la posibilidad de agua no envasada apta para el consumo humano , de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento».

Los hoteleros alegan, en relación a ese punto, que el suministro de agua no envasada apta para el consumo humano servida en recipientes reutilizables «introduciría un factor de riesgo sanitario en los establecimientos de hostelería y restauración», que debería controlarse de una forma u otra y que «recaería sin duda sobre los responsables de éstos». Ese factor de riesgo podría derivar en «la interposición de reclamaciones por enfermedades gástricas, que en los últimos años han dado lugar a indemnizaciones millonarias y campañas de imagen negativas para las Islas Baleares».

La patronal hotelera también considera, en ese contexto, que ofrecer agua de forma gratuita contribuye a «la banalización del precio y coste del agua, cuando en muchas ocasiones se penaliza el consumo de este recurso a establecimientos hoteleros y de restauración». Por todo ello, la FEHM solicita que ofrecer agua no envasada «sea una posibilidad cuando lo solicite el cliente, no una obligatoriedad».

Una norma restrictiva

Con anterioridad a las alegaciones registradas ahora por los hoteleros isleños, hace tres semanas la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) envió un escrito al Parlamento balear en el que expresaba su «preocupación» con respecto a algunas de las medidas previstas en la futura ley de residuos. Para la FIAB, cuatro artículos del actual proyecto de ley —incluido el ya citado— vulnerarían la normativa española y comunitaria en relación a la «garantía de unidad de mercado» y la «libre circulación de bienes dentro del mercado español» . Por ello, la citada federación alimentaria pedía que se analizasen «detenidamente» dichos artículos.

Cabe recordar que el proyecto de ley de residuos y suelos contaminados de las Islas Baleares fue aprobado inicialmente el pasado 22 de junio por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo regional, que preside la socialista Francina Armengol junto con los ecosoberanistas de MÉS por Mallorca. En principio, está previsto que a partir de 2020 se prohíban las vajillas de plástico, las pajitas para bebidas, las cápsulas monodosis de café, los palitos de piruletas o los bastoncillos para las orejas.

Además, se prohibirán también las bandejas destinadas a empaquetar productos alimenticios o las anillas de plástico que sujetan paquetes de latas o botellas de bebidas. Asimismo, sólo se permitirá la distribución de bolsas de plástico compostables muy ligeras. Además, dentro de un año y medio se tendrá que evitar la venta de productos que contengan microplásticos o nanoplásticos, así como las versiones no reutilizables de mecheros, maquinillas de afeitar o cartuchos de impresoras y fotocopiadoras.

En el mismo horizonte temporal, las cápsulas de café, infusiones, caldos y otras utilizadas en cafeteras se tendrán que fabricar con materiales compostables o fácilmente reciclables . Igualmente, los fabricantes o distribuidores de toallitas húmedas tendrán que ofrecer información sobre los efectos de estos productos en el medio ambiente. Por otro lado, las ordenanzas municipales de cada consistorio tendrán que incorporar medidas de prevención y minimización del abandono de residuos en las playas.

Medidas de todo tipo

La futura ley prevé también una racionalización en el uso de los envases . Así, se promoverá la instalación de fuentes de agua potable o el suministro en envases reutilizables y se prohibirá la distribución de bebidas en envases desechables en las instituciones públicas. En los eventos públicos que cuenten con apoyo de las administraciones, se tendrán que implantar alternativas a la venta y la distribución de bebidas envasadas y de vasos desechables.

Por otra parte, la nueva normativa fomentará la recogida separada de residuos en origen, que tendrán que asumir todos los establecimientos públicos y privados y los entes locales en un plazo de dos años. Además, desde la promulgación de la ley todos los contratos de limpieza tendrán que prever esa separación en origen . También se tendrá que ofrecer la recogida diferenciada de materia orgánica compostable, aceite vegetal usado, residuos textiles y residuos peligrosos, todos ellos de origen domiciliario.

En ese contexto, las alegaciones presentadas ahora por la patronal hotelera de Mallorca critican, como ya se ha señalado, diversos artículos de la futura ley. Así ocurre por ejemplo con el artículo número 25, que en su punto sexto indica que «los establecimientos de hostelería y restauración quedarán obligados a facilitar a los clientes que así lo soliciten los restos de alimentos no consumidos en envases compostables». Dicha obligación no afectará, sin embargo, a los establecimientos que ofrezcan bufés o menús colectivos.

Para la FEHM, la citada práctica de facilitar los restos de alimentos no consumidos «no está exenta de cierto riesgo sanitario para el consumidor si no se siguen estrictas reglas de higiene por ambas partes». Los hoteleros recuerdan que «de manera general, la legislación en higiene alimentaria —garantista de la salud— se muestra contraria al posible reaprovechamiento de los restos de comida». En otras de las alegaciones presentadas, la patronal pide cambios en relación a la prohibición genérica de utilizar artículos de un solo uso, defiende que los hoteleros puedan compostar sus residuos y rechaza que se tengan que pagar a través de una tasa los gastos derivados de las acciones de concienciación de la futura ley.

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