¿Por qué funciona la inyección para adelgazar y otros fármacos no lo lograban?

La industria farmacéutica parece haber dado con la tecla adecuada sin provocar efectos secundarios indeseados. Adiós a los productos 'quemagrasa' y otros tratamientos

La nueva familia de fármacos que empieza a llegar reducen el apetito y cambian el gusto por alimentos más saludables

La promesa de adelgazar con una inyección

Los fármacos para adelgazar está indicados solo en personas con obesidad y problemas de salud De San Bernardo

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Contar con una pastilla que permita comer sin miedo a engordar es un viejo anhelo de la industria farmacéutica, tanto como hallar un producto antienvejecimiento o un 'crecepelo' . Pero los intentos han fracasado. O no han funcionado o han provocado efectos secundarios de gravedad. El tratamiento podría cambiar con una nueva familia de fármacos, algunos en fase experimental , que prometen pérdidas de más de 23 kg . Le contamos para quién y en qué circunstancias estarían indicados.

¿Qué es lo que funciona para adelgazar?

No hay milagros, pese a las ayudas farmacológicas o quirúrgicas. Sea cual sea el método elegido se debe respetar una fórmula fundamental: comer poco y bien y hacer ejercicio de forma regular. Los nuevos medicamentos para adelgazar son una ayuda para iniciar un camino sin retorno hacia hábitos más saludables. Los fármacos engañan al estómago para saciarnos antes con menos comida y así poder reducir la ingesta. El balón intragástrico también reduce la capacidad estomacal o las cirugías de reducción de estómago. Con todos los sistemas, el objetivo es aprender a cuidarse mejor.

¿Y los productos 'comegrasa' de parafarmacia?

Los preparados que se venden en supermercados o parafarmacias no han demostrado eficacia. A menudo, estos remedios tienen efecto diurético o laxante. Si se adelgaza es por la pérdida de agua y los kilos se recuperan con rapidez.

¿Los medicamentos con receta son todos eficaces?

Hay pocos aprobados con indicación para la obesidad. Hace años generó expectación orlistat, cuyo nombre comercial es Xenical o Alli. Actúa eliminando la grasa por las heces con lo que se reduce la asimilación de calorías a la dieta. Sin embargo, las pérdidas de peso que han conseguido no son son significativas. El cambio lo marca una nueva familia que pueden marcar un antes y un después.

¿Cómo actúan?

La investigación farmacéutica parece haber dado con la tecla adecuada. Los nuevos tratamientos actúan sobre unas hormonas llamadas incretinas que se liberan al comer. También favorecen la secreción de insulina por el páncreas y disminuyen los niveles de glucosa en sangre. Por eso fue una diana pensada, al principio, para ayudar a personas con diabetes. Pero, sobre todo, los fármacos reducen el apetito y aumentan la saciedad de quien lo utiliza porque se reduce la velocidad con la que se vacía el aparato digestivo.

¿Qué hay de nuevo?

La farmacéutica NovoNordisk fue la primera en esta carrera, aunque tras ella vendrán nuevas combinaciones. Su apuesta fue Saxenda (liraglutida) y Ozempic (semaglutide). El primero requiere un pinchazo diario, pero con el segundo basta una inyección subcutánea semanal. Está autorizado ya en Estados Unidos y en Europa. Por primera vez, se vieron pérdidas importantes de peso. Hasta entonces otros tratamientos solo conseguían entre un 5 y un 10% respecto al peso corporal del usuario. En los ensayos clínicos con los fármacos de NovoNordisk Saxenda se superaba el 15% y en algunos casos hasta el 20%. La farmacéutica Lilly acaba de anunciar resultados aún más potentes con tirzepatide, un producto experimental que aún no tiene nombre comercial. El laboratorio ha comunicado que se pierde una media de 23,5 kg también con una inyección semanal. Una ventaja añadida es que parece modificar el gusto hacia alimentos más saludables: apetecen menos las patatas fritas y más las frutas y ensaladas, según cuentan los pacientes que participan en los ensayos clínicos.

¿Para quién están destinados?

No están pensados para adelgazar solo por criterios estéticos. Se prescriben en personas con diagnóstico de obesidad o con sobrepeso y, varios factores de riesgo: diabetes tipo 2, apnea del sueño, hipertensión o colesterol elevado. Personas que deben mejorar su salud.

La obesidad es una enfermedad crónica, ¿la curan las inyecciones?

No, son tratamientos que ayudan, no curan. La reducción de apetito y saciedad se mantiene solo mientras dura el tratamiento. La medicación se debería mantener de por vida, como sucede con los tratamientos del colesterol o la tensión arterial. El de NovoNordisk cuesta una media de 300 euros al mes y no tiene financiación pública. También se espera que las inyecciones experimentales de Lilly se espera que también sean caras. Y esto puede ser el mayor freno.

¿Pueden ser una alternativa a la cirugía de obesidad?

Los endocrinos están entusiasmados con esta idea. Por primera vez cuentan con una herramienta que podría ser una alternativa al balón intragástrico o a técnicas más agresivas quirúrgicas, como el by pass gástrico. La decisión será siempre individualizada, según la situación de cada paciente. Todas las opciones tienen sus pros y contras. La pastilla es un tratamiento de por vida, pero no necesita pasar por los riesgos de un quirófano. La cirugía es definitiva, aunque son pacientes que necesitan una supervisión de por vida y el apoyo de tratamientos multivitamínicos.

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