Un faro sobre patines
Dinamarca traslada el emblemático Rubjerg Knude tierra adentro para salvarlo del mar del Norte
El faro de Rubjerg Knude, una de las atracciones turísticas de Dinamarca, está de mudanza. Levantada sobre unos rieles, esta torre centenaria construida en la península de Jutlandia está siendo trasladada tierra adentro en una compleja operación que está siendo seguida por los principales medios de comunicación del país.
Cuando encendió su lámpara el 27 de diciembre de 1900, sus constructores estaban convencidos de que la ubicación elegida, a 200 metros de la pendiente costera entre las poblaciones de Lonstrup y Lokken, en el municipio de Hjorring, mantendría el faro fuera del alcance de las dunas de arena, pero se equivocaron.
La erosión costera y las arenas movedizas hicieron que casi 70 años después de su inauguración, quedara inoperativo porque su luz dejó de ser visible desde el mar. En 1980 abrieron un museo cerca del faro, pero en 2002 todos los edificios del complejo fueron abandonados, tragados por la arena. Actualmente, el faro se encuentra a solo unos metros del borde de una pendiente sobre el agua.
Los ingenieros han pasado año y medio planeando cómo salvar esta emblemática torre de acabar engullida por el mar. Para intentar alejarlo unos 80 metros del mar del Norte, le han calzado unos «patines» al faro, de unas 700 toneladas de peso. Así han comenzado a moverlo por unos rieles con sus cimientos hacia la nueva ubicación. La torre está rodando a 12 metros por hora, según informa la radio danesa DR .
La ministra de Medio Ambiente danesa, Lea Wemelin, explicó que su ministerio se ha gastado cinco millones de coronas (unos 670.000 euros) para rescatarlo porque es «un tesoro nacional». También la ciudad de Hjorring ha contribuido a sufragar los gastos del traslado.
Más de 250.000 personas visitan cada año el faro de Rubjerg Knude.
