ExtremaduraLa declaración de una menor con discapacidad en el juicio contra su agresor: «Me intentó violar pero no le dio tiempo»

La joven de 15 años testifica que el acusado se la llevó a la fuerza bajo un puente, pero niega que hubiese penetración

Badajoz Actualizado: Guardar
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El Ministerio Fiscal mantiene la petición de ocho años de prisión para el joven de 33 años de edad que está acusado de abusar sexualmente de una menor de 15 que padece una discapacidad mental del 70%. Los hechos que juzga la Audiencia Provincial de Badajoz ocurrieron en la barriada del Cerro de Reyes de Badajoz, donde el imputado fue sorprendido con la chica debajo de un puente. En la primera sesión de la vista el acusado reconoció que le había tocado el pecho y besado en la boca, algo que había negado durante toda la fase de instrucción.

En la testificación de la supuesta víctima una chica que según dijeron los forenses sufre una discapacidad que la hace fácilmente influenciable, por lo que «no podría tomar decisiones de índole sexual sin el asesoramiento de un adulto».

La chica contó que aquel día se encontraba con sus amigas en las pistas deportivas del Cerro de Reyes cuando comenzó a ser perseguida por el acusado. «Yo salí a correr. De repente me tiró del brazo y mi amiga del otro brazo».

La menor, que ahora tiene 16 años, relató que cuando estaban debajo del puente el varón le bajó las mallas que vestía y también las bragas, pero que en ningún momento hubo penetración. «Me intentó violar pero no le dio tiempo», alcanzó a decir en una declaración que no coincidió con algunas de las afirmaciones que había realizado en la fase de instrucción. Ante la insistencia del fiscal, la chica aseguró que no le tocó el pecho ni la besó, contradiciendo de ese modo lo dicho por el propio acusado, quien reconoció en su declaración que sí le había tocado el seno y besado en la boca. La declaración de la menor terminó cuando la abogada de la defensa le preguntó si su madre «le había dicho lo que tenía que decir en el juicio». «Me ha dicho todo esto que estoy diciendo ahora», respondió la chica.

Tras ella, entró en la sala de vistas la madre de la menor, quien aseguró que cuando llegó al puente para socorrer a su hija vio al acusado subirse los pantalones y abrocharse un botón del bolsillo. «Yo salí a correr detrás de él tirándole piedras porque me puse en todo lo peor».

La madre aseguró que el acusado ha ido a su domicilio para decirles que quitaran la denuncia y que también los ha amenazado. «La niña tiene un miedo impresionante, por eso no me extraña que no haya declarado como Dios manda», dijo la mujer sin conocer aún cuál había sido el contenido de la declaración de su hija.

Esta mujer habló de un último detalle: cuando encontró a su hija bajo el puente pudo ver cómo escupía. Esa afirmación no pasó inadvertida al fiscal, que lo utilizó para apuntalar la hipótesis de que aunque no hubo penetración vaginal sí se produjo la felación, lo que explicaría la aparición de células epiteliales compatibles con el acusado en la boca de la menor. «No conozco ningún caso en el que con un beso se haya extraído ADN de una tercera persona de la boca de una víctima. Puede ser posible, pero no probable», dijo uno de los forenses. [ Más información en el Hoy de Badajoz]

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