Expertos de la OMS esperan que en unas semanas se conozca la relación entre el zika y la microcefalia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este viernes, en Ginebra, que, a pesar de los esfuerzos emprendidos para frenar, lo antes posible, la progresión del virus del Zika, los ensayos clínicos a gran escala de las vacunas contra esta infección no comenzarán hasta dentro de unos dieciocho meses.

Por el momento hay unas quince empresas farmacéuticas que intentan poner a punto una vacuna pero «a pesar de estas alentadoras iniciativas no se espera que las pruebas en personas puedan efectuarse antes de año y medio», declaró este viernes a la prensa la subdirectora de la OMS responsable del departamento de salud e innovación, Marie Paule Kieny.

Sin embargo, los resultados de las investigaciones respecto a una posible relación causa-efecto entre la infección del virus del zika en mujeres embarazadas -numerosos casos de microcefalia que han aparecido en los países afectados por este virus en América Latina- y del síndrome de Guillain-Barré se obtendrán antes de ocho semanas, precisó Kieny.

Kieny explicó que las investigaciones sobre el virus del Zika suponen un gran desafío para los científicos debido a los escasos conocimientos de que se disponen sobre el mismo aunque gracias a la pasada experiencia de la crisis del ébola, en África, se ha podido poner en marcha un sistema de respuesta rápida contra esta nueva epidemia.

Tras el ébola, la OMS diseñó un plan de acción para prepararse en el caso de emergencias sanitarias lo antes posible y responder con medidas médicas adecuadas para limitar al máximo los daños. En el caso del zika hay dos vacunas candidatas, la vacuna DNA del Instituto Nacional Norteamericano para la Salud, la más avanczada, y otra de Bharat Biotech en India.

Respecto a los diagnósticos, diez compañías de biotecnología han identificado posibles métodos que podrían estar disponibles dentro de unas semanas. El objetivo principal será el de comprobar que estos métodos de detección sean seguros e independientes para evitar que se fabriquen y distribuyan test de mala calidad o falsos como en el caso del ébola.