Asistir a clase cuatro veces a la semana nos hace mejores en Matemáticas

Reducir un día la asistencia a clase mejora el rendimiento académico en los escolares. Esto es lo que ha descubierto un equipo de investigadores de las Universidades de Georgia y Montana (EE.UU.) al analizar las puntuaciones de estudiantes de quinto de primaria en exámenes de matemáticas y controles de lectura.

En el estudio, publicado en la revista «Education, Finance and Policy» se compararon los resultados entre dos grupos de alumnos–donde uno de ellos solo acudió a clase durante cuatro días–, los investigadores, como recoge «Ciencia Xplora», descubrieron que los alumnos que fueron un día menos al colegio obtuvieron resultados superiores en Matemáticas. Sin embargo, no registraron ningún cambio significativo en la capacidad de lectura.

Pese a no contar con ninguna evidencia científica, la investigadora y Decana de la Escuela Andrew Young de Política Pública del estado de Georgia, Mary Beth Walker achaca esta mejora en el rendimiento a que «los maestros les gusta tanto y están tan entusiasmados con el hecho de trabajar un día menos a la semana que se esfuerzan en hacer mejor su trabajo». El hecho de que, con el fin de compensar el día que se elimina, las jornadas escolares sean más largas, «permite a los maestros utilizar distintos procesos de instrucción», ha apostillado la experta.

Se reduce el absentismo

Por otro lado, ha recordado que «investigaciones relacionadas revelan que las semanas laborales de cuatro días aumentan la productividad de sus trabajadores. Además, favorece la reducción del ausentismo, ya que quienes tienen cita pendiente con el dentista, por ejemplo, pueden posponerla hasta el viernes y de esta manera no faltar a clases».

Pese a los datos, han recordado que los resultados solo son aplicables a colegios situados en distritos pequeños y rurales. «Habría que reforzar estas buenas noticias llevando a cabo estudios similares en escuelas ubicadas en las grandes ciudades», señala la Decana. En su opinión, sería interesante contemplar este cambio estructural en los programas educativos. Y es que, además de darse una significativa mejora del rendimiento en ciertas materias, supondría un importante ahorro del gasto público y los niños disfrutarían más de sus fines de semana de tres días.