SÍNDROME DE DOWN

En busca de una sola oportunidad

Un grupo de padres apoyados por Obra Social «la Caixa» lucha por incrementar la inserción laboral de jóvenes con Síndrome de Down

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Tener Síndrome de Down supone una barrera difícil de superar para millones de personas que, a pesar de estar sobradamente preparadas y haber demostrado su valía en diversos ámbitos, se ven obligadas a soportar juicios de valor diarios debido a una aparente falta de capacidades.

Juicios, no obstante, que carecen de sentido en un buen número de los casos, pues lo cierto es que padecer Síndrome de Down no tiene por qué ser óbice para llevar a cabo actividades tan comunes como formarse en la Universidad o conseguir un puesto de trabajo en la empresa española.

El proyecto Brecha II, puesto en marcha por la Asociación de Padres de Niños afectados por Síndrome de Down e impulsado por Obra Social «la Caixa»

, trabaja desde 2009 para apartar, de una vez por todas, las piedras que un día la genética puso en el camino de estos chicos, felices a pesar de no contar con las mismas opciones que el resto.

El programa, con el que se pretende conseguir la inserción de estos jóvenes en el mercado laboral, se encarga, entre otras tareas, de localizar las mejores ofertas de trabajo así como de mediar con los empresarios para que la inclusión de los chicos se lleve a cabo con total normalidad.

Luis Mayoral, uno de los impulsores del proyecto Brecha II y miembro de esta Asociación, subraya a ABC cómo a la mayoría de los chicos con Síndrome de Down les une una característica común:_su sentido de la responsabilidad. Todos, asegura Mayoral, son aptos para ocupar un puesto de trabajo. «Las inquietudes de estos chicos son muy similares a las de los jóvenes de su edad: les gusta el deporte, la música, el teatro, bailar…».

Sin embargo, su abanico de oportunidades es bien diferente al de otros jóvenes de su entorno: tan solo un 5% de las personas con Síndrome de Down en edad de trabajar lo hace en estos momentos, según datos aportados por la Asociación.

La cifra, fatal para un perfil que si algo necesita son oportunidades, hace necesaria una inmensa labor de concienciación social. Mayoral, sabedor de que estos chicos tienen ganas y aptitudes de sobra para ocupar un puesto de trabajo, hace un llamamiento a los empresarios: «Prueben a trabajar con ellos antes de decidir que no los quieren». Está seguro de que no se arrepentirán.

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