La conservación del lince ibérico, entre los proyectos presentados por el CSIC
La conservación del lince ibérico, entre los proyectos presentados por el CSIC - abc

El CSIC presenta los resultados de cinco proyectos para salvar especies amenazadas

Conservar el lince ibérico o identificar el patógeno que amenaza la extinción de anfibios, entre las prioridades de los científicos para la preservación de la biodiversidad

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Identificar el patógeno que afecta a los anfibios, conservar al lince ibérico o proteger a plantas que son «fósiles vivientes», están entre los proyectos, dedicados a salvar a las especies amenazadas, cuyos resultados ha presentado este miércoles 24 de junio el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «Dan respuesta a uno de los grandes retos de la sociedad, la conservación de la biodiversidad», ha reconocido su presidente, Emilio Lora-Tamayo.

Los cinco proyectos, desarrollados entre 2011 y 2014 con más de un millón de euros de presupuesto global financiados por el Banco Santander, han contado con el apoyo de la Fundación General CSIC, cuyo director, Miguel García Guerrero, ha destacado el «esfuerzo de los científicos en evitar la desaparición de especies».

Afirma que el problema es muy serio, pero lo importante es que concienciemos a la sociedad, a la opinión pública y, por tanto, a los gobiernos», ha opinado.

El científico de la Estación Biológica de Doñana, José Antonio Godoy, responsable de un proyecto para la conservación del lince ibérico, ha destacado que el conocimiento del genoma de esta especie permitirá gestionar sus poblaciones silvestres. Godoy, quien se ha alegrado de que el lince ya no forme parte de la lista de especies en peligro crítico de extinción, ha explicado que la genómica ha permitido secuenciar íntegramente su ADN y detectar «gran número de variantes que pueden convertirse en marcadores para gestionar la diversidad genética de la especie».

El Centre Tecnològic Forestal de Catalunya, con el investigador Lluis Brotons a la cabeza del proyecto, ha trabajado en la búsqueda de soluciones para compatibilizar el rendimiento de los medios agrarios con las aves esteparias. Entre las conclusiones expuestas por la investigadora Beatriz Arroyo destaca la «conveniencia de fomentar una política agraria de mercados locales que minimice las emisiones de CO2 y beneficie tanto a la sociedad como a las especies, en lugar de apostar por los mercados globales».

Proteger «fósiles vivientes»

Por otro lado, el proyecto dirigido por el biólogo del Real Jardín Botánico Pablo Vargas ayudará a priorizar la conservación de unas especies frente a otras, ya que «España tiene mucha biodiversidad y hay que saber dónde invertir los recursos», ha explicado. Su trabajo se ha centrado en cinco géneros de plantas, cuatro de ellas consideradas «fósiles vivientes», amenazadas no sólo por la acción humana, también por el cambio climático y en algún caso por el normal «fin de ciclo evolutivo».

El investigador Jaime Bosch, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha dirigido su trabajo a determinar las enfermedades emergentes en anfibios, «el grupo de vertebrados más amenazado del planeta». Su proyecto ha permitido identificar uno de esos patógenos en la isla de Mallorca, procedente de Sudáfrica y que llegó a España a través del programa de introducción de la especie hace unos años, «cuando no se conocía el problema». Bosch ha alertado de que la introducción de especies foráneas «podría ser la principal causa de pérdida de biodiversidad en el mundo,superior al 90% en algunos grupos de anfibios, y puede provocar la completa extinción de muchas especies».

Por último, el proyecto dirigido por la bióloga Annie Machordom, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha avanzado en un plan de viabilidad para la lapa Patella ferruginea mediante la cría de juveniles de la especie para la repoblación. La investigadora ha reconocido que la alteración del medio marino por la construcción y la contaminación, además de la presión de especies invasoras y las capturas para el consumo, han sido las principales causas de la alarmante situación de esta especie.

Para el presidente del CSIC, estos trabajos ponen de manifiesto «no solo amor al conocimiento, también a la humanidad», pues se centran en proteger la biodiversidad «que es patrimonio de todos».

En el acto también han intervenido el investigador de la Estación Biológica de Doñana Pedro Jordano, quien ha alertado sobre el síndrome de «bosque vacío» o pérdida de servicios ecológicos, y el vicepresidente ejecutivo del Banco Santander, Rodrigo Echenique, para quien «una sociedad que no reconoce a sus científicos es una sociedad ciega».

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