Ashya King en la fiesta en Marbella
Ashya King en la fiesta en Marbella - abc

«De haber seguido en Inglaterra Ashya no estaría con nosotros»

Ashya King sigue recuperándose y participa en una fiesta con otros niños que han superado el cáncer

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Globos, payasos, chuches. Sillas vestidas de blanco. Niños jugando sobre un césped perfectamente cuidado en un jardín custodiado por exuberantes buganvillas. Podría ser la fiesta de cumpleaños de cualquier niño de la lujosa Marbella en un templado mes de junio. Pero era, ayer, una fiesta para 22 niños con cáncer organizada en el hospital HC International Hospital por la fundación «Por una sonrisa».

Entre ellos destaca uno, Ashya King. Cinco años, camisa a cuadros, pelo negro, tez tostada como su madre, camina intentando sonreír de la mano de sus progenitores. Dificultosamente, pero camina. Hace un año, cuando se hizo famoso mundialmente, estaba postrado en una cama, con respiración asistida y la mirada perdida. Sufría un tumor cerebral. «Si nos hubiéramos quedado en Southampton hoy Ashya no estaría aquí», afirma convencido su padre, Brett King.

El pequeño sigue recuperándose en Marbella del tumor cerebral que sufre y del que fue tratado en un hospital de Praga con una innovadora terapia de haz de protones que la sanidad británica no estaba dispuesta a darle. La mejoría es sensible. Ayer lo celebraron junto a otros chavales de la zona que sufren diversos tipos de cáncer.

Hace poco menos de un año sus padres saltaron a todas las portadas del mundo. Sacaron a su hijo del hospital de Southampton y huyeron hasta la provincia de Málaga, donde tenían una casa que querían vender, como paso previo para llevar al pequeño al hospital de Praga y poder ofrecerle ese tratamiento. En Inglaterra, estaba práticamente desahuciado.

En cumplimiento de una orden de las autoridades británicas, fueron detenidos en agosto de 2014 en un hotel de Vélez-Málaga. Fueron días de un intenso debate ético y de larga exposición mediática. De dimes y diretes, sobre si la decisión de abandonar el tratamiento de su país de origen tenía motivaciones religiosas.

Los padres, internados en la prisión de Soto delReal. Mientras, en Málaga, el hermano mayor de Ashya publicaba videos en internet explicando el caso y buscando adhesiones y donaciones para poder dar al crío el tratamiento que sus padres demandaban. La prensa sensacionalista británica vivió de la historia varias semanas.

Finalmente, tras ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional, todos los cargos contra Brett y Naghemeh, progenitores de Ashya, fueron retirados y quedaron en libertad. El niño estuvo ingresado en el hospital Materno Infantil de Málaga hasta que a principios de septiembre fue trasladado a un hospital de la capital de la República Checa para recibir este tratamiento con protones.La Alta Corte Británica había autotizado el cambio de clínica, que hasta ese momento no se podía hacer debido a que la tutela del niño estaba en manos de un juzgado británico.

Menos invasivo

El resultado del tratamiento podía verse ayer en la fiesta marbellí. Los avances son lentos pero notables. «Y muy gratificantes», añade la familia. En la comparecencia a los medios participó ayer también el doctor Hernán Cortés-Funes, jefe de Oncología del hospital marbellí donde se recupera Ashya y considerado una de las mayores autoridades en esta materia.Defiende firmemente el tratamiento de haz de protones, por cuanto incide sobre todo en las células cancerígenas, respetando los tejidos sanos, a diferencia de las terapias habituales. Sólo dentro de unos cuantos años se podrá decir si Ashya está curado del todo.

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