Los padres del niño con difteria se sienten «engañados» por los antivacunas

Los padres del niño con difteria, hospitalizado en estado grave en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, se sienten «engañados» por la información que habían recibido por parte de grupos antivacunas, según ha explicado este viernes el director de la Agencia de Salud Pública, Antoni Mateu.

Los padres están «destrozados» por la situación en la que está su hijo, según Mateu, que ha explicado que ha conocido personalmente a los padres y «son personas encantadoras».

Por su parte, M. J. F., amiga de la familia del menor de Olot, asegura que conoce a los padres desde hace muchos años y que «son personas muy responsables que tomaron la opción que pensaban que sería mejor para su hijo». Está convencida de que estos padres «estuvieron, simplemente, mal asesorados».

«Son vecinos de Olot de toda la vida, personas muy normales, no antisistema», precisó la vecina.

C. G. A. también lo suscribe. Afirma que desde que se conoció la noticia, los padres del menor «han sido juzgados muy duramente» cuando solo «son personas mal informadas». «No son unos inconscientes como muchos han afirmado». La vecina, también conocida de la familia, critica a la Administración por no «estar preparada para afrontar una infección de estas características». «Es increíble que hayamos tenido que recurrir a Rusia para traer la medicación», asegura. «Sobre todo porque no es una vacuna obligatoria», añade.

Mateu ha explicado que ninguna de las personas que habían estado en contacto íntimo con el menor han rechazado la vacunación, incluida toda su familia, y todas se encuentran en «buen estado».

A preguntas de los periodistas, el director de la Agencia de Salud Publica ha asegurado que, pese a que los padres no habían vacunado a su hijo, el coste del tratamiento «no lo cubrirán los padres». «Ya tienen suficiente con lo que están pasando», ha dicho Mateu, refiriéndose a la situación crítica del niño, que se encuentra ingresado en la UCI del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

El pequeño, que está en la UCI desde el sábado, «responde bien al tratamiento pero sigue muy grave», una situación que puede variar en cualquier momento debido a la gravedad de la enfermedad, de la que no se producía ningún caso en España desde 1987.

«Creemos que podrá salir adelante, aunque se desconocen las secuelas», ha dicho, y ha celebrado que ya haya pasado casi una semana desde que se confirmó la difteria sin que se hayan producido nuevos casos.