Médicos del hospital de Santo António también fueron acusados por supuestamente discriminar a una enfermera
Médicos del hospital de Santo António también fueron acusados por supuestamente discriminar a una enfermera - panoramio/nemio

Médicos portugueses obligan a dos enfermeras a sacarse leche para justificar su reducción de jornada por maternidad

Las madres afectadas aseguraron que sus denuncias destapan una práctica «discriminatoria y humillante»

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Médicos de los hospitales de Sao Joao y Santo António de Oporto obligaron al menos a dos enfermeras a extraer leche de sus mamas para probar que aún se encargan de la alimentación natural de sus hijos y mantener así su reducción de dos horas en la jornada laboral.

Las denuncias presentadas por ambas mujeres destapan una práctica «discriminatoria y humillante», según sus propias palabras, y pueden esconder muchos más casos, que no han salido a la luz por el miedo de las empleadas a perder sus puestos de trabajo.

Una de las dos afectadas, de 34 años, ha decidido hacer público su nombre, María de los Ángeles Teixeira, para otorgar rostro a la queja. Su valentía se manifiesta, además, cuando explica: «Se presiona a las embarazadas para que reduzcan el permiso de maternidad y a las lactantes para que renuncien a las horas de lactancia».

La otra mujer, que prefiere salvaguardar su identidad, ha confirmado que acudió a varios sindicatos del sector y que ninguno se ofreció a ayudarla. Le dieron la razón, pero no le facilitaron cobertura jurídica y se limitaron a decirle que rechazara efectuar semejante prueba.

En las dos situaciones referidas, las enfermeras eran forzadas a sacarse la leche en presencia de los médicos que ejercen como sus jefes. Si la acción no daba el resultado previsto, entonces las trabajadoras se arriesgaban a perder las dos horas de lactanciaque, como máximo, acredita la ley del país vecino para las madres. Este permiso se aplica durante los 23 meses posteriores al primer año de vida del niño, pues en los 365 días iniciales no se exige ninguna documentación ni prueba.

Indignación en Portugal

La indignación recorre Portugal al conocerse el hecho, que ha desembocado en la consiguiente polémica política. El Bloque de Izquierda y el Partido Comunista ya han pedido la comparecencia del ministro de Sanidad, Paul Macedo, en la Asamblea Nacional tras declarar: «Parece increíble. Es profundamente discriminatorio, un comportamiento inaceptable. Consideramos urgente que el ministro aclare lo ocurrido y dé garantías de que no se repetirá».

Para colmo, las dos enfermeras fueron convocadas sin saber previamente el motivo de la citación de sus superiores. «Fue toda una sorpresa. Me dijeron que era para comprobar mi salud», ha apuntado María de los Ángeles Teixeira, quien recibió en segunda instancia la explicación de que se trataba de hacer un seguimiento del programa de vacunas.

La argumentación oficial de los dos hospitales se escuda en que «desgraciadamente, hay mucha gente que abusa», en referencia a la reducción de jornada. También esgrimieron que se trata del «protocolo habitual» de ambos centros, por lo que no les dieron opción.

Las dos mujeres reconocieron haberse sentido «violadas» en su intimidad a causa de una medida que en absoluto aparece recogida en la normativa vigente. «¿Dónde dice que debo sacarme la leche a chorros?», se pregunta Teixeira antes de proclamar: “Esto no es ético”.

La legislación señala que, cuando el bebé cumple un año, las madres deben presentar una declaración médica (es decir, un papel firmado por el doctor) con periodicidad mensual, pero en ninguna circunstancia se habla de sacarse leche ‘in situ’.

Al parecer, los hospitales de Oporto han visto mermada su plantilla en vista de que el personal emigra en busca de sueldos más altos, y esas ausencias no se cubren con nuevas contrataciones.

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