Un hombre espera al autobús en el alto de Artxanda, en Bilbao (Vizcaya) donde las fuertes nevadas están provocando importantes retenciones en el tráfico de vehículos
Un hombre espera al autobús en el alto de Artxanda, en Bilbao (Vizcaya) donde las fuertes nevadas están provocando importantes retenciones en el tráfico de vehículos - efe

¿Por qué estamos ante una ola de frío?

Te explicamos los requisitos que tiene que cumplir un temporal para considerarse como tal

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Largo y tendido se está hablando estos días de la ola de frío que en esta primera semana de febrero está afectando a nuestro país. Los efectos ya se están dejando notar, con copiosísimas nevadas en la cordillera cantábrica y con nevadas más modestas pero sorprendentes en ciudades como Barcelona, Santander, Zaragoza, etc… Además las previsiones indican que la ola de frío se extenderá al menos hasta la jornada del domingo, dejando consigo unas temperaturas extremadamente frías que caerán de forma generalizada por debajo de los -5ºC en el interior peninsular.

No obstante, estamos en invierno y es normal que el frío y la nieve llegue a nuestro país. Entonces ¿por qué ahora hablamos de ola de frío y no lo hacemos en otros temporales invernales que dejan efectos parecidos a este? Conviene aclarar, que hasta que no acabe este episodio, no podremos saber al 100% si hemos sufrido una ola de frío, aunque si las previsiones se cumplen medianamente como así está sucediendo, así será.

Es decir, la semana que viene se analizarán con detalle los valores de temperaturas que se están registrando en las diversas estaciones de nuestro país, y si se cumplen ciertos parámetros que veremos a continuación, se constatará de forma oficial que hemos tenido una ola de frío.

¿Cuáles son los requisitos para poder hablar de una ola de frío? No existe una definición oficial a nivel mundial que explique exactamente lo que es una ola de frío. Es algo lógico, porque hablar de una ola de frío en Canadá, no es lo mismo que hablar de una ola de frío en España. O a nivel más local, no es lo mismo hablar de una ola de frío en los Pirineos que hablar de una ola de frío en Cádiz, porque los valores termométricos que tienen que registrarse en ambos puntos para que una ola de frío pueda definirse como tal, son muy diferentes.

No obstante, en la extensa literatura meteorológica, muchos autores han dado su propia definición de ola de frío, coincidente esta en muchos casos, dándose por seguro que para que una ola de frío pueda ser considerada como tal, tienen que darse al menos durante tres días unas temperaturas mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de temperaturas mínimas diarias de los meses de enero y febrero del periodo 1971-2000, y en al menos el 10% de las estaciones del territorio.

Evidentemente esta es una definición un poco engorrosa y bastante alejada de lo entendible para el público en general. Por otro lado, probablemente estos no son los únicos parámetros necesarios para establecer una ola de frío, y muy posiblemente en el siglo XXI entrarían otros factores en juego como el número de muertes causadas por este fenómeno, y en general cuánto está afectando dicho temporal a las actividades cotidianas de la población en general. Porque a nadie se le escapa que la posible ola de frío será mucho más recordada si produce importantes nevadas en grandes ciudades que lleven a un importante caos, a que si la ola de frío consigue bajar los termómetros hasta situarlos en los valores necesarios proporcionados en la anterior definición oficiosa.

Ola de frío o no, algo que sabremos con más exactitud una vez que haya remitido el temporal, lo que está claro es que tenemos por delante unas jornadas que muy probablemente serán las más frías de todo el año. No obstante, todo parece hacer indicar que estos registros tampoco serán excepcionales y se pueden ver con relativa frecuencia, sino todos los inviernos, sí cada tres o cuatro años.

Ver los comentarios