Coronavirus en Sevilla
El otro coronavirus: se multiplica el número de familias sin recursos para comer en Sevilla
Colas para recibir ayuda en barrios como La Candelaria o en el entorno de Amate dan la voz de alerta
La crisis del coronavirus ha infectado la economía de tal manera que de la noche a la mañana se han multiplicado las familias que necesitan de ayuda para cubrir necesidades tan básicas como alimentarse. La depresión económica , que estaba tapada por la emergencia sanitaria, comienza a ser de tal envergadura que la señal inequívoca de lo que está ocurriendo son las colas para recoger comida en algunas parroquias de Sevilla, como las que hace unos días se tomaron en La Candelaria y el entorno de Amate . El director de Cáritas Sevilla y presidente de la entidad a nivel andaluz, Mariano Pérez de Ayala , no se anda con rodeos a la hora de hacer una radiografía de la situación: «La situación no está controlada y nos tememos que lo peor está por venir después de las vacaciones».
La diferencia de esta crisis con respecto a otras está en la explosión inmediata, en cómo de la noche a la mañana, con el decreto de estado de alarma y la orden de confinamiento, miles de ciudadanos se han quedado sin ingresos. Cuantificar con exactitud la pobreza es tarea muy difícil, como admiten entidades como Cáritas o Cruz Roja . Pero algunos datos oficiales sirven para conocer la envergadura del impacto que han recibido muchas economías domésticas. El Ayuntamiento contabiliza unas 30.000 familias sevillanas que en estos momentos se sostienen con ayuda de los servicios sociales. Antes de la pandemia, ese dato oscilaba entre las 10.000 y las 12.000 unidades familiares, donde se incluye desde los hogares con una persona hasta las familias numerosas. Fuentes municipales admiten que los primeros días del confinamiento se recibió un aluvión de peticiones de auxilio y que la demanda sigue creciendo a día de hoy pero de manera sostenida.
Desde Cáritas, su portavoz cuestiona esta cifra y asegura que el número de familias en riesgo de exclusión social es aún mayor . Pone como ejemplo sus propios datos de asistencia antes de la crisis. «El año pasado veníamos acompañando a 60.000 familias en Andalucía y 13.000 en Sevilla. No nos podemos hacer aún a la idea de cuál será el dato cuando la crisis sanitaria se relaje y estemos inmersos en un problema económico gravísimo». Pérez de Ayala detalla que esas familias reciben auxilio fuera de la órbita del Ayuntamiento y que les llegan cuando no ven resuelta su demanda y necesitan con urgencia alimentos o una bombona de butano para calentar el agua.
Cáritas ha notado un incremento de la demanda de hasta un 50% más en zonas de Sevilla donde arrastraban un problema ya de pobreza en muchos de sus hogares: Los Pajaritos , Torreblanca o Polígono Sur son algunos de esas zonas vulnerables donde la pandemia económica ha atacado primero. A los hogares que ya necesitaban de la ayuda externa para tirar hacia delante se les han sumado los que están vinculados a economías débiles : trabajadores sin contrato, venta ambulante, limpiadoras por hora. «Son personas que se podían sostener con sus ingresos antes de la pandemia pero que al no poder salir de sus casas, se vieron sin dinero para sobrevivir», detallan desde la entidad, que en estos momentos trabaja a pleno rendimiento para atender una situación que no dudan en calificar de excepcional.
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Desbordados
La plataforma cívica Tres Barrios- Amate reclamaba recientemente medidas urgentes de intervención en esta zona de la ciudad, donde Cáritas atiende a unas 600 personas. En la Candelaria o en el entorno de Amate se han formado colas de vecinos que buscan comida a través del reparto que hacen en parroquias y entidades. Desde Cáritas confirman una queja reiterada de los vecinos que reciben este auxilio social en forma de bonos a canjear en los supermercados y es que se está produciendo un retraso en la entrega porque los servicios sociales están desbordados. Desde el Ayuntamiento, en cambio, niegan la mayor y aseguran que esos retrasos son en casos muy puntuales y siempre porque se ha producido algún problema en la tramitación de la ayuda. Lo cierto es que las colas hablan por si solas.
El Consistorio admite el incremento de las necesidades en estos puntos de la ciudad y por eso asegura que están trabajando en planes integrales para evitar el solapamiento de ayudas. Las primeras reuniones se han mantenido en Torreblanca y Tres Barrios, «y para la próxima semana se realizará el mismo trabajo en Su Eminencia-Palmete o Padre Pío».
«La situación no está controlada y nos tememos que lo peor está por venir, después de vacaciones, cuando se acaben los ahorros, los ERTE se conviertan en despidos y haya negocios que tengan que cerrar definitivamente»
Al colapso de los servicios sociales, entre las entidades existe el temor de que el impacto de la pandemia sea aún mayor y que aparezcan «nuevas formas de pobreza» como ya ocurriera en la anterior crisis. «Ahora hay familias que se están sosteniendo con los ahorros o porque están incluidos en un ERTE pero ya son pocos los que dudan que habrá negocios que no podrán reabrir cuando se levante el confinamiento; y que habrá ERTE que se conviertan en despidos y cuando los ahorros se acaben empezaremos a ver de nuevo perfiles como ocurriera en 2009 llamando a nuestra puerta», señala el director de Cáritas Sevilla .
Las consecuencias económicas que está arrastrando el Covid-19 no han llegado en el mejor momento para las entidades sociales; lo que complica aún más que la ayuda llegue a todo el que lo necesita. «Con la anterior crisis, una de las consecuencias que sufrimos fue un recorte en todo el ámbito de los servicios sociales. Eso ha producido que nos haya cogido esta crisis en una situación débil».
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