Varios de los integrantes de la Plataforma Sevilla por su Puerto
Varios de los integrantes de la Plataforma Sevilla por su Puerto - J. M. SERRANO
INFRAESTRUCTURAS

Los empresarios acusan a la Junta de Andalucía y al Gobierno de dejar morir el dragado del Guadalquivir

La patronal de Sevilla y la Cámara de Comercio pedirán los informes que se han enviado a la Unión Europea para saber cómo se ha explicado del proyecto

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El anuncio formal de retirada del proyecto del dragado del Guadalquivir aún se dirigiere en el ámbito empresarial de la ciudad. Ningún otro colectivo como el que encabezan la patronal y la Cámara de Comercio ha reivindicado tanto esta infraestructura que consideran «el futuro del muelle» y de la actividad que se genera en su suelo. Aún con la noticia atragantada y con una reunión de la plataforma que lideran prevista para el próximo viernes, los responsables de ambas instituciones han mostrado su indignación ante este cambio de rumbo que se ha visto obligada a tomar la Autoridad Portuaria de Sevilla.

El presidente de la Confederación de Empresarios (CES), Miguel Rus, ha lanzado este viernes una encendida crítica a la manera con la que se ha dado carpetazo al dragado.

A la hora de buscar culpables ha señalado directamente a la Junta y al Gobierno central que «no han sabido o no han querido explicar bien el proyecto ante la Unesco y la Unión Europea». Por eso mismo ha anunciado que pedirán los informes que se han enviado a Bruselas para saber lo que se ha transmitido.

El representante de los empresarios sevillanos ha sido especialmente duro con la nueva hoja de ruta que ha trazado el Puerto en la que se prioriza el estado del estuario. «Que me digan ahora que los responsables de esta situación son los barcos que navegan por arriba me deja absolutamente de piedra. El problema del estuario siempre ha sido de la lámina de agua para abajo y los que tenemos menos responsabilidad sobre eso vamos a pagar los platos rotos», ha criticado incluyendo entre los afectados tanto a los gestores portuarios como las empresas implantadas o los propios trabajadores.

Tampoco ha dejado pasar por alto el «mínimo esfuerzo» que, a su juicio, se ha hecho durante estos larguísimos 18 años para mejorar la situación ambiental del río y como muestra, mecionó la comisión creada en 2013 que apenas se ha reunido en un par de ocasiones. «Todos queremos mejorar el estado del estuario, pero las competencias no las tienen ni los empresarios, ni el Puerto de Sevilla, son del Ministerio y la Consejería de Medio Ambiente», ha insistido.

La Zona Franca, en el centro

Y en este nuevo escenario en el que no hay cabida para aumentar la profundidad del canal de navegación, las miradas se dirigen irremediablemente hacia la Zona Franca de Sevillaque acaba de iniciar su desarrollo. Miguel Rus ha destacado que «los empresarios que tenían previstas inversiones en el recinto tendrán que retrasarlas» porque «¿quién va a hacer inversiones millonarias cuando no se pueden garantizar incrementos de tráfico ni se va a facilitar la navegabilidad para la flota mediana de mercancías?».

El momento tampoco parecía el adecuado, justo en plena recuperación de la crisis y ante un nuevo marco de fondos europeos que tal vez sean los últimos que se reciban. «Pocas veces he podido ver tanto inversores y tantas empresas interesadas por instalarse en nuestra ciudad. Que nos pase esto justo ahora es una gran injusticia», se lamentó el portavoz de la patronal.

De cara a la reunión del próximo viernes, ha avanzado que «será un foro más para el desahogo que para acordar estrategias en común» y no ha descartado que finalmente la Plataforma Sevilla por su Puerto terminara por disolverse, pues su principal objetivo ha sido siempre el dragado.

En términos parecidos se ha pronunciado también el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, que ve en la suspensión del proyecto «un castigo» a la ciudad. Visiblemente afectado por la decisión, ha considerado que en estos 18 años de tramitación «nadie ha peleado por el proyecto» y dijo echar de menos «una apuesta decidida por los intereses de Sevilla» que sí ha habido para otras iniciativas. «Ahí tenemos el ejemplo de la Torre Pelli, que se defendió ante Europa. ¿Por qué no ha ocurrido lo mismo con el dragado?», se ha cuestionado el empresario, que se muestra convencido de que «se ha perdido una oportunidad única».

Herrero ha dejado claro que esta reivindicación «no va contra nadie, ni de los grupos ecologistas, ni de los agricultores, ni de Doñana. Hay fórmulas para que todos podamos convivir», ha señalado tras recordar que ahora todo vuelve al punto de partida. «No creo que con todos esos estudios científicos que se van a realizar vayamos a conseguir algo. Lo que no se ha hecho en 18 años no se va a resolver en tres o cuatro», ha considerado en relación a la nueva estrategia trazada por el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Gracia, que destinará más recursos al análisis de la situación ambiental del río. Y para justificar tan rotunda afirmación ha aludido a la situación del estuario en el tramo de San Juan donde no pasan barcos.

La lista de los deberes

Sin disimular su decepción, el presidente de la Cámara de Comercio preguntó: «¿quién vela por Sevilla» e hizo un recorrido por los proyectos que siguen en el tintero como los túneles de la SE-40, la SE-35, las líneas del Metro que quedan pendiente o la conexión ferroviaria de Santa Justa con el Aeropuerto de San Pablo. Eso por no hablar de la durísima competencia que ejercen otros puertos vecinos como el de Huelva, con el que se generó un conflicto cuenta de los terrenos de Majarabique que pueden restar actividad al negocio sevillano de contenedores.

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