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Juan Bayés: «Salgo adelante gracias a los pollos»

Desde hace más de quince años vende pollitos de cuerda en su puesto en la plaza del Duque de Sevilla

Juan Bayés vende pollos desde hace más de quince años P.Y.

Pedro Ybarra

El gerundense Juan Bayés vive en Sevilla desde hace más de 30 años. Desde hace quince es fácil encontrarlo con su puesto de pollitos de juguete en la céntrica plaza del Duque. Sin familia, ni estudios y con una leve discapacidad, reconoce que «salgo adelante gracias a los pollos». Una tapa de una mesa reciclada «que pese poco», una caja de cartón a modo de patas y un centenar de pollitos amarillos son suficiente para atraer la atención de los viandantes «antes venía con una mesa, pero esto no pesa nada y puedo llegar andando a mi casa», afirma.

¿Cómo aprendiste a vender?

Soy autodidacta. Trabajé de camarero y limpiaplatos, siempre en hostelería. Hasta que llegaron los pollos... Hago esto porque tengo una leve discapacidad y gracias a los pollos puedo vivir en libertad. Me puedo pagar el alquiler, el agua, la luz y llegar a fin de mes. Vender así es como vendían los antiguos. Lo bueno de este trabajo es que tienes mucho tiempo para pensar. En mi vida he vendido muchos, miles, porque los demás lo han dejado y es un juguete que gusta mucho

Juan Bayés P.Y.

¿Por qué pollos?

Porque se pueden vender a un euro. Salieron hace 20 años y la gente dejó de venderlos porque decían que era un juguete que se había pasado de moda. Y yo creo que estos pollos nunca pasan de moda porque cada año hay una nueva generación de niños.

¿Los niños son sus mejores clientes?

Sí. Pero aunque seamos mayores todos tenemos parte de niños. La gente viene a comprar y le da dinero a los hijos o nietos para que adquieran uno, aunque en el fondo lo hacen porque tienen nostalgia de su infancia. En realidad me lo compran porque les gusta a los padres o abuelos.

¿Por qué en Sevilla?

Soy de la provincia de Gerona, aunque llevo 30 años en Sevilla. Antes vivía en Huelva. Vivo en un patio de vecinos sevillano por la Puerta de Carmona, cerca de San Esteban, estoy acostumbrado a vivir así. Acabé en Sevilla porque bajé de Murcia después de hacer el servicio militar en la Marina y aquí me quedé.

El hecho de que los pollitos sean amarillos...

No tiene nada que ver con la política, ni con la independencia. A mi me gustaba más antes, porque no había autonomías pero cada provincia mostraba sus costumbres y tradiciones: la huerta de Murcia, el flamenco de Andalucía, y cada parte respetaba lo de cada provincia.

Juan Bayés con su puesto de pollos en la plaza del Duque de Sevilla P.Y.

¿Dónde le gusta colocarse?

Suelo estar en la plaza del Duque, aunque depende de la autoridad. A veces, como hoy, estoy aquí porque quedo con clientes que quieren comprarme pollos.

¿Y dura mucho su jornada?

Nunca se sabe el horario porque a menudo te tienes que ir si viene la autoridad. La autoridad ahora es mucho más tolerante que antes. Se nota que muchos de ellos tienen estudios universitarios y te tratan con más humanidad que antes. Son mucho más tolerantes.

¿Se venden más en invierno o en verano?

Ha hecho un mes de marzo fatal con tanta lluvia. A mí me viene mejor que haga calor y que los niños tengan vacaciones y estén en la calle. Así se vende más.

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