Muere José Blanco, propietario de la cervecería Martín Blanco

Una rápida enfermedad se ha llevado a los 65 años a este polifacético hostelero, que entró en el sector de forma tardía tras una vida dedicada a la venta de piensos

José Blanco, en una imagen de archivo ABC

I. Aguilar

La hostelería sevillana está de luto por la repentina pérdida de José Blanco , propietario de las cervecerías de Nervión Martín Blanco y Blanco Martín . Este extremeño de Llerena consiguió conquistar al público con un arroz de ibéricos y setas recién salido cada mediodía de su cocina, una receta cargada de sabor y textura que ha popularizado a este bar de barrio. También sus migas, sus cocochas de bacalao, el cochinillo y las pinceladas micológicas que daba a muchos de sus platos, puesto que Pepe Blanco era un amante confeso del mundo de las setas y no disimulaba su devoción por todo tipo de hongos culinarios. El boletus era de sus preferidas y la empleaba en su famoso arroz (del que cada semana preparaba más de 70 kilos), aunque también le gustaba trabajar con gurumelos, seta de cardo, tana, seta de chopo o coprinus comatus.

Una rápida enfermedad se ha llevado a los 65 años a este polifacético hostelero , que entró en el sector de forma tardía tras una vida dedicada a la venta de piensos y un intento infructuoso en el mundo inmobiliario. Corría el año 2008 cuando José Blanco y su mujer, Charo Martín, decidieron probar suerte abriendo un bar en el local donde poco antes habían tenido una agencia de pisos . Utilizaron sus apellidos para nombrarlo y acudieron al recetario de su infancia para llenarlo de sabor, una fórmula de negocio aparentemente sencilla que no tardó en fidelizar a la clientela. Él extremeño y ella segoviana, la conjunción gastronómica apuntaba al éxito . Y así fue. Ocho años después replicaron el modelo en Blanco Martín , un espacio con aires más actuales pero la misma filosofía que el original y dotado de una gran terraza en los bajos del edificio Sevilla 2.

La cervecería Martín Blanco se llevó el Premio GURMÉ 2017 a Mejor Bar Tradicional y es conocida por el buen trato que dispensan a sus clientes y su recetario tradicional y contundente, con propuestas consolidadas como sus judiones o la probadilla de matanza, además de las ya citadas.

Con su marcha José Blanco no solo deja huérfanos a sus hijos, Lucía y José Enrique. Con él se pierde el principal referente de dos bares familiares que se han ganado el corazón de Nervión con su cercanía y hospitalidad. Su mujer, Charo, y su hermana Carmen, dos pilares fundamentales del negocio hasta la fecha, tienen ahora la responsabilidad de mantener vivo su legado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación