Espadas sube el «sello» del coche pero sigue perdiendo ingresos por este impuesto

EDUARDO BARBA

01/10/2017
Actualizado 02/10/2017 a las 07:26h.

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El gobierno municipal socialista de Sevilla, liderado por Juan Espadas , ultima las ordenanzas fiscales del año próximo, para las que cuenta, de momento, con el apoyo de Ciudadanos. Ese respaldo se debe, fundamentalmente, al acuerdo alcanzado para la bajada del impuesto de bienes inmuebles (IBI) residencial un 3% . Pero en este ámbito existen pocos milagros y, a cambio, el gabinete local subirá varios impuestos y tasas para compensar en parte esa rebaja pactada con la formación naranja. Una de esas subidas, quizás la más significativa por el número de sevillanos afectados, es la del impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica (IVTM) , el famoso «sello» del coche.

Este gravamen sube en todas las categorías menos en los coches de menor potencia, los que no llegan a los 8 caballos fiscales (c.f.), cuyo recibo baja una décima desde los 22,4 euros hasta los 22,3. Para la siguiente categoría, entre 8 y 12 c.f., se pasaría de pagar 60,6 euros anuales a 61,7, mientras que en los coches de 12 a 16 caballos el recibo sube 5 euros y pasa de 128 a 133 al año y en lo que se refiere a los turismos de entre 16 y 20 c.f. la cantidad sube desde los 170,2 euros hasta los 173,4 previstos para 2018. Sólo queda congelado el impuesto para los que superen los 20 caballos de potencia fiscal, que se mantendrían en 224 euros anuales en caso de aprobarse la propuesta fiscal de los socialistas.

Para amortiguar el impacto de la medida en la opinión pública, el equipo de gobierno hispalense ha esgrimido en las últimas semanas que esta subida en el impuesto de circulación sirve «para equiparar» en esa faceta a la capital andaluza con el resto de grandes capitales españolas, donde el recibo era y es más alto que en Sevilla. Ciertamente, en la comparativa de las seis principales ciudades del país, la ciudad está ligeramente por debajo de la media que forman todas ellas. Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Málaga tienen este impuesto más caro que en Sevilla prácticamente en todas las categorías de potencia a excepción de la máxima (más de 20 c.f.), donde los 224 euros de la ciudad hispalense marcan el límite, calcado al de Madrid y Zaragoza y 7 euros por encima de Barcelona, por ejemplo. Además de por debajo de las grandes capitales del país, las tarifas del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica están por debajo de la media de las ocho capitales andaluzas y es superada claramente por localidades como Málaga, Granada o Córdoba también con la excepción del máximo caballaje fiscal (esos 224 euros).

Es en la comparación con los municipios del área metropolitana donde se aprecian mayores diferencias entre Sevilla capital y su entorno, desde el que proceden muchos de los coches que diariamente circulan por la gran ciudad. Lo hacen, naturalmente, pero pagando impuestos menores al estar sus propietarios empadronados en estos municipios del extrarradio. El caso más significativo es el de Dos Hermanas , que presenta el «sello» más barato de las principales ciudades andaluzas —las de más de 100.000 habitantes—; de hecho, sólo Jaén y Marbella, dentro de la comunidad autónoma, gozan de un impuesto de circulación más bajo que el nazareno.

Cotejándolo con el de la capital, en Dos Hermanas se pagan dos euros menos por los coches de menor potencia (hasta 8 c.f.) y luego las diferencias van aumentando: 54,9 euros en el segundo nivel de caballos frente a los 60,6 de Sevilla (que van a ser 61,7); 115,8 euros en el tercer nivel frente a los 128 de la capital (que en 2018 deben ser 133 euros, hasta 17 más que en la localidad vecina); y 152 euros en la cuarta categoría de potencia, siendo en la ciudad hispalense de 170,2 euros que pueden pasar en el ejercicio venidero a 173,4 según la propuesta del PSOE, hasta 21 euros más que en Dos Hermanas . En los turismos de más de 20 c. f., ambos ayuntamientos tienen previsto un recibo de 224 euros anuales, pero en el resto se aprecia una importante diferencia que llega a superar los 20 euros por tarifa. Otro ejemplo interesante es el de La Rinconada , con una presión fiscal en este aspecto también bastante menor que la de la capital y con recibos de casi 20 euros menos que en Sevilla en los turismos de más potencia.

Pese a esa subida prevista de los recibos en la capital, no obstante, la recaudación de este impuesto , que suele ser un importante recurso para la hacienda local, está perdiendo capacidad de forma acentuada en los últimos años, como señalan los más recientes informes técnicos del área municipal de Hacienda, a los que ABC tuvo acceso y en los que se indica la «alarmante caída» del IVTM . En esa pérdida de ingresos por este impuesto influyen la pérdida de habitantes en el padrón (que ya está en 690.566 habitantes), la crisis económica de los últimos años, «en los que bajó sensiblemente el número de matriculaciones»; el aumento de los vehículos que no tienen que pagar el «sello» (los de discapacitados son ya casi 20.000 coches y los turismos con más de 25 años o con bonificación medioambiental casi 94.000); y lo que los técnicos municipales denominan como «petrificación de las tarifas» de los últimos años.

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